El octavario
Durante la Semana de la oración por la unidad cristiana 2010, vamos a meditar día a día el capítulo 24 del Evangelio de Lucas, deteniéndonos en las cuestiones que se plantean: preguntas de Jesús a sus discípulos, y preguntas de los apóstoles a Cristo.
Cada una de estas preguntas permite, en efecto, destacar de manera específica el testimonio del Resucitado. Para cada una de ellas, estamos invitados a reflexionar sobre nuestra situación de divisiones eclesiales y los remedios que, concretamente, podemos aportar. Testigos ya lo somos, y debemos ser siempre mejores. ¿Cómo?
— celebrando al que nos ofrece el don de la vida y de la resurrección (primer día);
— sabiendo compartir con los otros la historia de nuestra fe (segundo día);
— tomando conciencia de que Dios está trabajando en nuestras vidas (tercero día);
— agradeciendo la herencia de la fe recibida (cuarto día);
— confesando a Cristo como vencedor de todo sufrimiento (cada día);
— pretendiendo ser siempre más fieles a la Palabra de Dios (sexto día);
— creciendo en la fe, en la esperanza y en la caridad (séptimo día);
— ofreciendo la hospitalidad, y sabiendo acogerla cuando se nos ofrece (octavo día).
En cada uno de estos ocho aspectos, nuestro testimonio ¿no sería más fiel al evangelio de Cristo si lo hacemos juntos?