Diario de vuestro Arzobispo (II) Día 21 de Marzo 2020. En Camino hacia la Pascua

Queridos sacerdotes, diáconos, consagrados y fieles cristianos:

De nuevo estoy con vosotros para mostraros, una vez más, que estoy con mi corazón y oración a vuestro lado. De modo especial con los enfermos y sus familiares; y sintiendo el dolor que supone para todos y de modo muy especial a los familiares que han padecido la muerte de alguno de los suyos. Todos los días ofrezco sufragios, por sus almas, en la Eucaristía. Aprovechemos estos momentos para estar al lado de ellos con nuestros gestos de caridad afectiva y efectiva en todo lo posible.

Muchos me han preguntado qué debemos hacer para poder participar en el Sacramento de la Confesión, en esta Cuaresma Al ver que hay muchas restricciones y muchas dificultades para salir de casa, no dudéis en llamar a los sacerdotes y en las horas que tienen abiertas las parroquias os podéis confesar personalmente teniendo en cuenta la debida prudencia sanitaria. Ahora bien, si no podéis estar con un sacerdote por las circunstancias que estamos viviendo por la pandemia, os invito:

Primero: Delante de una imagen de Cristo crucificado puedes hacer un examen de conciencia personal y le manifiestas –con un acto de contrición recitando el ‘yo confieso ante Dios…’- el dolor de tus pecados. Y después cuando te sea posible, pasado este tiempo de incertidumbre, acudir al sacerdote para confesarte personalmente. “Yo sé que muchos de vosotros con motivo de la fiesta de Pascua soléis celebrar el Sacramento de la Confesión para encontraros con Dios…pero tenéis dificultades porque no podéis salir de casa para acudir y presentaros a un sacerdote… ¿Qué podéis hacer?…Ya lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica (nº 1452). Habla con Dios, es tu Padre Misericordioso y dile la verdad: He hecho, esto y esto… ¡Perdóname!… y hasta que no encuentres un sacerdote para la confesión sacramental haz un acto de dolor y tu alma quedará blanca como la nieve” (Papa Francisco, Homilía en la Misa de Santa Marta, 20 de marzo 2020).

Segundo: Para vivir mejor la Semana Santa y a la luz de aquello que se nos ha indicado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de Roma, se está preparando con la Delegación de Liturgia de la Diócesis un programa que nos ayude a vivir, lo mejor posible, el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. No olvidemos que son momentos difíciles y hemos de seguir con fidelidad las indicaciones más oportunas para atender a nuestros fieles lo mejor posible y manteniendo las medidas sanitarias necesarias.

Tercero: Aprovechemos los medios digitales de que disponemos preparando para nuestros fieles, si es posible, meditaciones, reflexiones, Viacrucis… también aprovechando las radios parroquiales y facilitando los horarios de las celebraciones retransmitidas por las diversas televisiones y radios. Hagamos un ejercicio de superación con nuestros medios sencillos para que nuestros feligreses se encuentren acompañados y apoyados en todo momento. Y no olvidemos a los enfermos y fieles que se encuentren necesitados.

La Virgen María nos acompaña como buena Madre y en ella pongamos nuestros dolores y sufrimientos que ahora nos preocupan

+ Francisco
Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela

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