Nuevos mártires beatos navarros en el Año de la Fe (XII)

Hermanos Maristas (III)

MAXIMIANO DRONDA LEOZ (H. Alipio José)

Alipo joséNació en Uztárroz (valle del Roncal) el 8 de junio de 1916. Hijo de Agustín y María, fue bautizado al día siguiente de su nacimiento en la parroquia de Santa Engracia. El 15 de septiembre de 1930 ingresa en el juniorado de Villafranca, de donde pasa al noviciado de Les Avellanes, el 26 de septiembre de 1933, viste el hábito el 8 de septiembre de 1934 y emite los votos temporales el 8 de septiembre de 1935.

Su vocación era marcadamente misionera. Sus contemporáneos lo describen así: simpático, alegre, chistoso, de amena charla y de gran vida interior. El 14 de julio va a Vic, a fin de equiparse para marchar a Uruguay. Expulsado de Vic, se dirige a Manresa y se refugió en casa de un desconocido que resultó ser un comunista. Intentó llegar a la frontera con Francia. Anduvo andrajoso y sediento, pidiendo compasión y buscando auxilio. Dijo: «Si he de morir, oh Madre mía, que sea en tu fiesta.». Así fue. Después de su particular odisea, vuelve a Vic y tiene que refugiarse en Barcelona el 4 de septiembre, en una pensión de la calle Avinyó. Allí se encontró con otros hermanos maristas. Recordaron la fiesta de la Virgen, que se acercaba, tan significativa para todos los Maristas, y más si habían pasado por Les Avellanes, donde realizaban la toma de hábito y la primera profesión el día ocho de septiembre, festividad del nacimiento de nuestra Señora. El 7 de septiembre, durante la cena, los milicianos se llevaron a los cuatro hermanos. Fue martirizado en el amanecer del 8 de septiembre. Tenía veinte años, dos de religioso.

PEDRO ORTIGOSA ORAÁ (H. Aurelio)

Nació en Torralba del Río el 5 de febrero de 1894, hijo de Feliciano y Braulia. Al día siguiente es bautizado con el nombre de Pedro. Su madre, piadosa y devota de María, transmite a su hijo esta gran devoción.

El 10 de abril de 1910 ingresa en el juniorado de Anzuola (Guipúzcoa), viste el hábito el 24 de agosto de 1911, hace los primeros votos el 24 de agosto de 1912 y profesión perpetua el 24 de agosto de 1917.

Fue cocinero, catequista de los pequeños y profesor. Durango conoció sus artes en honor de María, sus flores, sus altares, y su dedicación entera. Tuvo diversos destinos por Guipúzcoa y Vizcaya, hasta que en septiembre de 1935 va a Badajoz, al frente de la escuela preparatoria de Ingreso, creada por el obispo. Fue un hombre ecuánime y austero, con una gran vida interior, siempre entusiasmado con su vocación religiosa.

Apresado por las turbas y puesto en el trance de blasfemar de Dios o morir, no vacila un momento; levanta sus brazos al cielo y gritando: ¡Viva Cristo Rey!, ofrece su cuerpo a las balas asesinas, cayendo exánime bajo el puente del Guadiana. Era el 7 de agosto de 1936. Tenía 42 años, 25 de vida religiosa.

ABILIO VILLARREAL ABAZA (H. Roque)

Nació en Arazuri el 22 de febrero de 1885, hijo de Hermenegildo y Agapita. Fue bautizado al día siguiente con el nombre de Abilio. El 9 de septiembre de 1887 recibe la Confirmación en Ororbia. Su padre era maestro del pueblo, quien le dio una espléndida formación humana y cristiana. También fue monaguillo.

El 28 de agosto de 1899 ingresa en el juniorado de San Andrés de Palomar (Barcelona), viste el hábito el 19 de agosto de 1900, emite los primeros votos el 6 de agosto de 1901 y sus votos perpetuos el 19 de agosto de 1906 en Manresa.

Después de trece destinos por Cataluña, Levante y Aragón, llega a Málaga en agosto de 1932, donde en 1931 habían saqueado y quemado el colegio, que prosperaba sin cesar. Educador metódico y práctico, se desveló por organizar en el colegio de Málaga la obra naciente de la Santa Infancia. Suscitó numerosas vocaciones religiosas y sacerdotales.

El 19 de julio de 1936, los Hermanos se dispersan. El Hermano Roque se mantuvo oculto hasta el 18 de octubre en el piso de la familia del cónsul de México en Málaga. Descubierto por un miliciano antiguo alumno, fue asesinado ese mismo día, en medio del paseo de la Alameda, junto a un árbol. Tenía 51 años, 36 de religioso.

Santiago Cañardo Ramírez

 

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