Entrevista a Koldo Esteban, director del curso sobre salmos y catequesis

El Centro Superior de Estudios Teológicos presente para este semestre el curso «Salmos y catequesis» que se impartirá en el Seminario entre el 17 de febrero al 5 de mayo. El encargado de este curso es Koldo Esteban.
¿Cómo surgió este curso?
El Instituto de Ciencias Religiosas San Francisco Javier ofrece cada año varios seminarios abiertos tanto a alumnos del centro como a catequistas o agentes de pastoral. En estos seminarios normalmente intentamos profundizar en aspectos importantes que en algunas asignaturas, dado su carácter más general, sólo pueden quedar apuntados. Otros seminarios responden a retos o problemas actuales que nos plantea la pastoral concreta de las parroquias.
En el caso del seminario sobre salmos, creemos que, aunque tiene una asignatura concreta («Libros proféticos y sapienciales»), es importante profundizar en este libro que es fundamental para la oración de la Iglesia.

¿Cuál es su objetivo?
El objetivo del seminario es aprender a leer y profundizar en el sentido original de los salmos y descubrir de qué modo podemos utilizarlos en nuestra pastoral concreta. Por ello la metodología que utilizamos es la de «seminario», es decir, se trata de un curso práctico en el que vamos a aprender cómo leerlos y analizarlos partiendo del estudio y profundización de algunos textos. En esta metodología es importante el trabajo personal: el profesor explicará algunos elementos de trabajo con los salmos y los alumnos deberán aplicarlos a un salmo en un trabajo que primero es personal y después se comenta juntos.

¿Es importante profundizar en los salmos? ¿Por qué?

Dos razones me parecen importantes para estudiar y profundizar los salmos. Una primera es de índole cultural: hay más de dos mil años de distancia entre la escritura de los salmos y nuestro tiempo, y, además, existe también una distancia cultural entre el mundo del Oriente Próximo, el judaísmo de los tiempos de Cristo y nosotros. Por eso es importante conocer mejor aquella cultura, su modo de vivir y entender las cosas, su modo de rezar.
La segunda es más pastoral: los salmos tienen una riqueza que, a veces, no somos capaces de explotar en nuestra pastoral. Un elemento fundamental de nuestra fe es la oración. Necesitamos volvernos a Dios para preguntarle, para descansar en Él, para confiarle nuestra vida, para discernir nuestras opciones… Y nos descubrimos incapaces de orar: no sabemos, no tenemos constancia, nos aburrimos, no somos capaces de escuchar. Los salmos son una buena escuela de oración. Jesús rezaba con los salmos, con ellos se dirigía a Dios personal y comunitariamente, incluso murió recitando el salmo 22 (Mc 15,34).

¿Se puede descubrir a Dios en los salmos?

Los salmos constituyen, dentro de la Escritura, un libro especial. Son palabra que los hombres dirigen a Dios, y, a la vez, Palabra que Dios dirige a los hombres. Dicho de otro modo, comenzaron siendo oraciones que, individual o comunitariamente, los judíos elevaban a Dios. Pero, en el acto de orar con ellas, los propios orantes descubren que hay en esas palabras algo especial, que Dios se manifiesta al fiel y le transmite su Palabra. Son palabra humana que se eleva a Dios y Palabra de Dios que viene al hombre.
Por eso mismo podemos decir que en los salmos queda reflejado, por un lado, lo que de verdad es el ser humano (sus anhelos, sus deseos, sus ilusiones y esperanzas… y también sus frustraciones, sus angustias, sus pecados), y, por otro, quien es Dios (el que escucha, el que se acerca, el que reprende y castiga si es necesario, el padre de misericordia y de bondad…). Por lo tanto en los salmos descubrimos a un Dios que es «diálogo», «comunicación», un Dios que quiere entrar en comunión con el hombre, un Dios que habla al ser humano y espera su respuesta. Esto es lo que hace que la Iglesia utilice los salmos como modo privilegiado de rezar en la Liturgia de las Horas, en la Eucaristía, etc.

¿Cómo vais a estudiar los salmos este curso?

En un primer momento intentaremos estudiar los salmos como poesía. La poesía no es simplemente un modo hermoso de componer literariamente, sino que es el mejor modo que tenemos para expresar el mundo interior, las emociones, los sentimientos, la espiritualidad. Por ello es importante acercarnos a la poesía hebrea, a su modo de expresarse, a sus imágenes.

De este modo podremos profundizar mejor en su contenido. La segunda parte intenta descubrir el contenido profundo de esas oraciones, descubrir que nos dicen sobre Dios y sobre el ser humano, que nos dicen sobre nosotros y nuestra relación con Dios. Por último intentaremos también hacer un trabajo de aplicación pastoral adaptada a nuestras tareas pastorales, a las necesidades que hoy tienen nuestros grupos y parroquias.

¿Por qué crees que este curso puede ser interesante para catequistas, sacerdotes, etc.?

Creemos que el curso es muy interesante para todo cristiano que quiera profundizar en la oración de raíz bíblica. Por supuesto pensamos que, dado su carácter práctico está especialmente indicado para los agentes de pastoral, pero está abierto a todos los que quieran conocer y vivir mejor la oración de la Iglesia, la oración que ha configurado la vida de los cristianos durante siglos.

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