Jóvenes ante el bombardeo de imágenes

La psicóloga Mercedes Palet anima a los padres a crear ambientes familiares alegres, que los niños puedan guardar en su memoria

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La psicóloga Mercedes Palet abordó el pasado sábado un fenómeno social que preocupa a padres y profesores: el mundo de las imágenes al que se ven sometidos los niños y adolescentes. Fue durante la Jornada de Formación de Agentes y Escuela de Padres, organizada por la Delegación diocesana de Familia, en el Seminario de Pamplona.

Palet nos alertó del peligro que representa para los jóvenes el bombardeo de imágenes que sufren desde distintos ámbitos y del daño que les puede causar si no tienen unos hábitos intelectuales bien ordenados.

Para contrarrestar este bombardeo, la psicóloga nos animó a cultivar la memoria familiar y de las tradiciones sanas. «Guardar buenos recuerdos de la infancia es fundamental para las personas. Tener el hogar familiar como lugar de referencia, de alegría, en el que se está a gusto», afirmó.

Más en concreto, Palet animó a vigilar la música que escuchan los hijos -”hay letras muy peligrosas, que a base de la repetición y el ritmo se interiorizan mucho”- y también internet. «Nunca dejéis a vuestro hijos navegar solos. El ordenador debe estar siempre en el lugar más público de la casa».

Palet ofreció una breve clase de neurología y de filosofía antropológica para explicar la importancia de crear unos hábitos intelectuales en los niños. “Sin contenidos intelectuales serios, las imágenes externas y las vivencias quedan desordenadas. La neurología nos enseña que cada cosa que pensamos y hacemos tiene su sitio en el cerebro. En nuestra cabeza hay un orden perfecto”, explicaba.

El hombre posee una serie de hábitos que condicionan el uso de su inteligencia. Estos hábitos son como la grúa que coge de la experiencia y la incorpora a nuestra memoria. Palet destacó el hábito de la sindéresis, por el que el hombre tiende al bien y rechaza el mal. Este hábito ordena el principio de actuación de la inteligencia práctica. El acto de la sindéresis se llama conciencia.

La ponente explicó que estos hábitos intelectuales en ocasiones se confunden con la inteligencia múltiple, tan en boga en algunos métodos educativos. Además de los cinco sentidos externos, el hombre posee otros cinco sentidos internos: el sentido común, la imaginación, la memoria donde se depositan las imágenes, el sentido cognitivo (comparaciones intencionales que me sirven para mi vida) y el sentido intelectual. Palet definió la inteligencia múltiple como la actividad del conocimiento interno. Así, existe una inteligencia espacial, musical, logicomatemática, intrapersonal e interpersonal. Esto es fruto de los sentidos internos.

Aristóteles explicaba que todo el conocimiento intelectual tiene que haber pasado por los sentidos. Y Santo Tomás enseñaba que cuando empieza el uso de razón (en torno a los 7 años), lo primero que le ocurre al hombre es buscar el principio con el que va a ordenar su vida. Así se explica por qué hay que cuidar tanto el mundo interno de las imágenes. La psicóloga recordó que en la Iglesia siempre ha sido importante el mundo de las imágenes y citó la práctica de poner el Belén en Navidad, promovida por San Francisco de Asís. Palet también destacó la importancia de las primeras impresiones.

Aristóteles explicaba que hay un orden en la educación. “No es normal que un niño de 7 años sea prudente. Sin embargo, el filósofo griego decía que da lo mismo ser prudente que obedecer a un prudente”. Pero para educar en la obediencia hay que educar en los hábitos de la templanza, que ordena los movimientos hacia afuera, y de la fortaleza. “Primero hay que educar el deseo. Después hay que ordenar la inteligencia. Así se llega a contemplar la verdad”, explicó Palet.

En este punto, la conferenciante citó a San Bernardo y las cuatro pasiones que, según este santo, deben ser atendidas: el gozo, el temor, la esperanza y la tristeza. “Son los goznes del corazón”. En la educación, Palet resaltó la importancia del orden, de lo repetitivo. “Si a un niño le cuentas un cuento una vez, luego ya no admite cambios posteriores. El niño necesita un orden”. Por este motivo, animó a los padres a no despreciar los actos de memorizar: “poesías, canciones, oraciones, el catecismo…”. También animó a cultivar la belleza (el arte, la naturaleza), “porque en ocasiones, el mundo muestra su fealdad”.

Mercedes Palet Fritchi es Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad de Barcelona. Actualmente trabaja como Psicóloga clínica infantil en Suiza y es profesora de la Universidad Abat Oliba de Barcelona.

La próxima jornada de formación tendrá lugar el próximo 24 de marzo, también en el Seminario de Pamplona.

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