Fiesta en Vida Ascendente
A la aurora del dos de febrero (La Candelaria) le acompañaba un cierzo fino que arremolinaba en desorden los copos de nieve. El rigor de la mañana no amedrentó a Vida Ascendente, deseosa de celebrar con gozo la fiesta de sus patronos, los ancianos Simeón y Ana. A las once, miembros y simpatizantes ocupaban al pleno la capilla de San Fermín, en la parroquia de San Lorenzo.
La presidenta diocesana, Gloria Rubalcaba, animaba la asamblea con una breve acogida. Nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Pérez, presidía la solemne celebración de la Eucaristía, acompañado por Victorino Aranguren, Consiliario Diocesano; Santiago Arellano, delegado diocesano de Apostolado Seglar, y algunos consiliarios parroquiales de Vida Ascendente. Resaltaba en la homilía el gozo y el dolor de la escena del templo de Jerusalén, protagonizada por la Sagrada Familia, por Simeón anunciando al Mesías Redentor y Salvador, y por Ana dando ejemplo de fidelidad, servicio, entrega y apoyo a la Iglesia y a la sociedad. En las ofrendas, las candelas y palomas presentadas, nos animaban a ser Luz y Paz. Finalizada la Santa Misa se expuso el Santísimo unos minutos.
La mesa y sobremesa afianzan la relación de los comensales con conversaciones cercanas, entretenimientos amenos, jotas y música variada.
Pablo Fernández Pernaute, vicepresidente de Vida Ascendente