Visita pastoral de nuestro Sr. Arzobispo a Marcilla

Marcilla. En la parroquia San Bartolomé de Marcilla hemos vivido tres días muy especiales con la visita pastoral de nuestro arzobispo D. Francisco del 9 al 11 de noviembre. Tres días intensos, llenos de encuentros, reuniones, Eucaristías, para confirmarnos en la fe, tomar el pulso a la vida parroquial y conectar con la realidad social y cultural del pueblo.

Empezó el viernes 9, con una acogida sencilla, sentida en la capilla de nuestra Virgen del Plu a cargo de un nutrido grupo de marcilleses. Con el canto de la Salve a María poníamos en sus manos la visita. Después, en el marco del recién inaugurado castillo, tuvo lugar un cordial saludo al Sr, alcalde y concejales y una visita a las dependencias municipales.

En la visita al colegio, D. Francisco disfrutó con los «pekes» y los «pekes» disfrutaron con él, entre cuentos, anécdotas personales, dibujos, cantos y alguna jota. Los niños lo esperaban con muchas ganas. Fue excelente la acogida por parte de la dirección y de los profesores.

Después le tocó el turno al Instituto de Enseñanza Media, Marqués de Villena. Tras saludar al equipo directivo, hubo un encuentro con una representación de alumnos de religión y sus profesores. Se visionó un DVd sobre los proyectos de solidaridad desarrollados por el centro en diversos países del tercer mundo. No faltó un intercambio de preguntas y respuestas entre alumnos y el Sr. Obispo en un ambiente cordial.

Tras comer con las madres Concepcionistas, pasó por los locales de Caritas parroquial. En ese momento empezaba la distribución de alimentos. Se habló de la crisis y de su incidencia en el pueblo.

Los mayores de la Residencia lo esperaban impacientes. Con su cordialidad se quedaron felices y satisfechos. A continuación se dirigió al castillo, para visitar la capilla, el adarve, la biblioteca y saludar a los niños y profesores de la escuela de música. Antes de la Misa de acogida en la parroquia, hubo un encuentro con representantes y miembros de los colectivos de Marcilla no parroquiales. Una presentación y explicación de sus actividades dio paso a un momento de diálogo.

Finalizada la Misa se reunió con los grupos parroquiales: economía, Caritas, limpieza, terciarias, visitadoras de enfermos, cofradía, coros parroquiales. Hubo preguntas y diálogo sobre las preocupaciones más importantes de Don Francisco.

Inició la jornada del día 10 celebrando la Misa del Plu de los sábados, con una capilla bien llena. Acto seguido visitó en su domicilio a tres enfermos entre ellos a la más veterana del pueblo con sus 103 añitos, pero en plena lucidez. El grueso de la mañana estuvo dedicado al Consejo Pastoral, presentación de los grupos, comentando las dificultades del momento presente (desahucios). Y al equipo de catequistas remarcando la importancia de cuidar los contenidos de la fe.

Un simpático encuentro con monitores, niños y jóvenes del grupo Scout Gundemaro abrió la tarde. Después fueron los chavales de la confirmación y para finalizar con los padres de familia.

La Eucaristía tuvo un motivo especial. Las Madres Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza están de fiesta este año por la la canonización de su fundadora madre Carmen Sallés. Llevan muchos años en nuestro pueblo. Muchas mujeres fueron alumnas suyas en su colegio. Aprovechamos la presencia del Sr. Arzobispo para celebrar la Misa de Acción de Gracias. Eucaristía solemne, que contó con la presencia de madres concepcionistas y su Madre Provincial, de los Agustinos Recoletos, cantada por el coro parroquial, como en todas las fiestas, y mucha participación.

Abrimos la jornada del domingo 11, con el canto vibrante de la Aurora, en el convento de los Agustinos. Un grupo de auroras reforzado por la incorporación reciente de una decena de mujeres. No faltó ni la jota, ni el chocolatillo, ni el buen ambiente, ni las palabras de ánimo de D. Francisco en una fresca mañana.

Tras visitar a algunos enfermos, a mediodía, en un templo parroquial a rebosar tuvo lugar el momento central de la visita, el encuentro de la comunidad con su pastor: la Misa Mayor. Fue una Eucaristía, preciosa, muy participada por gentes de toda edad, muchísimos niños y padres; animada como cada domingo por el coro de guitarras. No faltaron palabras de ánimo; una invitación a renovar la vida cristiana en este año de la fe; a estar cerca de los que más sufren la crisis; contó algunas anécdotas de su vida; tuvo un momento especial para los niños. Al final, presentación de los libros parroquiales y la jota de despedida. Después en el salón parroquial compartimos con él un vino navarro.

Tras la comida, D. Francisco concluyó su visita con un responso en el cementerio.

Podemos afirmar en conclusión, que su cercanía humana, su sencillez, han dejado un excelente sabor de boca entre los feligreses y el pueblo. ¡Muchas gracias Don Francisco por su visita! Esperamos que sean abundantes sus frutos.

Blas Miguel Irañeta

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