Ordenación de Alfonso González Sánchez
Rodeado de algunos familiares que se desplazaron hasta allí, de una treintena de compañeros religiosos y sacerdotes, de alumnos, de padres de alumnos, profesores y fieles de la parroquia, Alfonso recibió la ordenación por la imposición de manos del arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez. Desde el sábado 11 de mayo es diácono, es decir, ministro de la Iglesia encargado de proclamar la Palabra -también la homilía-, de atender a los necesitados, servir la mesa del altar durante la eucaristía, así como presidir la celebración de los sacramentos del bautismo y el matrimonio.
En la misa de ordenación el arzobispo destacó la importancia de la oración para no perder el norte, para afianzar en Dios la misión que se lleva a cabo, y no perderse en el activismo. Monseñor D. Francisco le recordó a Alfonso la necesidad de vivir aquello que dice creer y ahora enseñará de un modo especial con el ministerio de anunciar a los creyentes la Palabra de Dios. La celebración concluyó con unas emocionadas palabras de Alfonso en las que agradeció a los presentes su participación y cercanía. También tuvo un recuerdo especial a los que habían contribuido a su formación humana y religiosa desde sus primeros pasos, a su Congregación, a sus padres, y sobre todo a Dios.
Alfonso, de 30 años de edad, es natural de Alba de Tormes (Salamanca), y ha realizado estudios teológicos en el CSET del Seminario diocesano pamplonés entre 2006 y 2008. Desde hace cuatro años es profesor en el Colegio y Seminario Padres Reparadores de Puente la Reina. Además, colabora en la formación de los alumnos de ESO y Bachillerato que viven en el Seminario de los Padres Reparadores en régimen de internado.
Esta labor, según sus propias palabras, es complicada y apasionante ya que a los chavales al principio un internado les asusta, pero después se convierte para ellos en una segunda familia donde la amistad, la superación y el encuentro con Dios terminan sacando lo mejor de ellos mismos.
Esta importante tarea, la de ser profesor y tutor en el colegio, junto con la terminación de los estudios del Grado de Magisterio de Primaria en la UPNA son sus ocupaciones diarias. Con la ordenación diaconal pasará a desempeñar una misión nueva en la Iglesia, al tiempo que continúa su formación hacia la ordenación sacerdotal.
