Asesores de obispos de Europa alertan sobre más restricciones legales a la libertad religiosa

LibertadaLos asesores legales de las Conferencias Episcopales Europeas han advertido de un aumento de las restricciones legales a la libertad religiosa en países de Europa, durante su primer encuentro en Estrasburgo, que se ha celebrado del 12 al 14 de septiembre con el objetivo de profundizar en su conocimiento sobre las instituciones europeas, discutir y compartir la preocupación común por el bien espiritual, político y social de los europeos.

Más de 30 delegados, representantes de 22 Conferencias Episcopales de Europa respondieron a la invitación del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE).

En este sentido, los expertos han reflexionado sobre la objeción de conciencia, la libertad de expresión y la libertad para recibir educación religiosa. Precisamente, en las intervenciones, han puesto de manifiesto que la religión está asumiendo «una relevancia pública más grande en la vida y la conciencia de los ciudadanos europeos».

No obstante, han apuntado que se ha producido un «aumento considerable» de las restricciones legales en países miembros del Consejo y registrados en el Observatorio sobre la discriminación e intolerancia contra los cristianos en Europa (ODICE) y de los recursos que llegan a la Corte Europea de los Derechos Humanos.

Por ello, los participantes han invitado al Consejo a ser siempre «promotor de la tutela de la libertad religiosa» y, por su parte, la Iglesia se ha mostrado dispuesta a dialogar y colaborar en la defensa de los derechos humanos a través de su contribución específica.

Por otra parte, los expertos en jurisprudencia han profundizado en los fundamentos de los derechos humanos y han recordado que estos están basados en la dignidad de la persona y que, por tanto, cada persona tiene la responsabilidad de defenderlos.

La reunión, pensada como una oportunidad para una discusión informal entre asesores para intercambiar ideas sobre los temas y retos a los que se enfrenta la Iglesia en el continente, contó con la colaboración de la Misión Permanente de la Santa Sede en el Consejo de Europa y permitió a los participantes conocer mejor esta institución y otras conectadas a ella, como la Corte Europea de Derechos Humanos.

Durante la reunión, los participantes mantuvieron un encuentro con el arzobispo de Estrasburgo, Jean-Pierre Grallet; con el director del Directorio General de los Derechos Humanos y el Estado de Derecho, Jan Kleijssen; con juristas de las embajadas de algunos de los Estados miembro del Consejo de Europa; y con miembros de la Cancillería de la Corte Europea de Derechos Humanos.

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