Director de OMP España: La labor del misionero es el perdón, la reconciliación y la fraternidad

PADRE ANASTASIO(ACI PRENSA) El P. Anastasio Gil, Director General de Obras Misionales Pontificias (OMP) en España, que organiza este domingo en el país la colecta del DOMUND, destacó la labor de los misionero, la cual, indicó, es la del perdón, la reconciliación y la fraternidad entre los pueblos.

«El mensaje de esta jornada es que todos podemos poner a disposición del Papa los medios que tenemos para que él pueda atender esos territorios de misión, que suponen que el 37% de la Iglesia católica no puede subsistir por ellos mismos porque le faltan recursos económicos y humanos», explicó a ACI Prensa el Director nacional de OMP en España.

El sacerdote aseguró que los 126 países en los que se celebra el DOMUND aportan, cada uno en su medida, dinero para ayudar a los 1.103 territorios de misión que hay en el mundo. «Estados Unidos es el país que más aporta, pero en segundo lugar está España, a pesar de la crisis que sufre. Pero también aporta Sierra Leona, Haití o Burundi», indicó.

En ese sentido, dijo que al año la Congregación para la Evangelización de los pueblos, que es de la que dependen las OMP en todo el mundo, recibe alrededor de unos 15.000 proyectos, de los que se llevan a cabo aproximadamente la mitad.

«Desde España el 35% de la recaudación se destina a proyectos ordinarios, el 55% va a proyectos extraordinarios solicitados por las diócesis y nunca se admiten más de 5 por diócesis y son acciones más concretas, como la construcción de una Iglesia, proporcionar un vehículo o medio de transporte o reconstruir el convento de una comunidad religiosa. Y se reserva el 10% para emergencias», precisó.

El sacerdote dijo que «los proyectos que más nos gustan y a los que más cariño ponemos son los de ayudas al sostenimiento de los misioneros, también de misioneros enfermos, la formación de los jóvenes que reciben la vocación a la vida consagrada o al sacerdocio, proyectos sociales de educación y sanitarios de niños, porque son los más vulnerables. Y también aquellos proyectos que sirven para la recuperación de la dignidad de las personas».

Muchos de los territorios de misión se han visto afectados por conflictos bélicos, por eso el P. Gil aseguró que una gran parte del trabajo misionero es «la labor del perdón, de reconciliación y de fraternidad entre todas las etnias y eso supone un apoyo importante para que reine la justicia y la reconciliación. Estos son los principales proyectos que subvencionamos, porque las ONGs se quedan con los proyectos de promoción y desarrollo».

El director de las OMP en España explicó que existen tres caminos para ayudar a los países más desfavorecidos. Estos son la asistencia, la labor de promoción y desarrollo, y «el acompañamiento, porque el misionero va a la misión, pero se queda allí y se hace uno más, se identifica con la historia de ese pueblo y su destino y de ahí que haya misioneros lleven 40 o 50 años en la misión».

Sobre las donaciones que realiza España, el P. Gil explicó que ha habido un descenso por la grave crisis que afecta al país desde 2008, pero que a pesar de todo, «España ha puesto a disposición del Santo Padre, para la tarea misionera, 150 millones de dólares, que no es nada poco». Además, destacó la presencia misionera de este país en diferentes partes del mundo. Hay «10.000 (misioneros) en América Latina, por razones, culturales, de lengua y de cooperación entre las iglesias y corresponde al 72%. Unos 2.000 están en África, cerca de 1.000 en Asia y unos 500 en Oceanía.

El sacerdote dijo que el 54% de los misioneros españoles son mujeres y el 46% hombres. La edad media es bastante alta, porque el 54% está entre los 70 y lo s90 años, y según explica «no es un dato negativo, porque destaca la fidelidad de estos misioneros que permanecen en la misión a pesar de la salud quebrada están como testigos de la fe, siendo el motor referencial de las comunidades cristianas».

Sin embargo, destacó la presencia de nuevos misioneros venidos de otros países, como Vietnam, Laos, Nigeria o Brasil, “donde están surgiendo muchas vocaciones». “Hay que dejar de pensar que los únicos misioneros salen de Europa, porque gracias a Dios, éstos salen de la universalidad de la Iglesia y para la universalidad de la Iglesia», señaló.

La Jornada Mundial de las Misiones comenzó hace 91 años como una colecta que realizó Paulina Jaricot en Lyon, Francia, para ayudar a los misioneros en China. Poco a poco esta colecta fue extendiéndose hasta que en mayo de 1922, el Papa Pío XI asumió esa iniciativa como propia, que es «ayudar a los territorios de misión que están dispersos por el mundo, es decir, aquellos ámbitos geográficos de la Iglesia católica que no pueden sobrevivir por ellos mismos», explicó.

Dijo que el día de Pentecostés de 1922, durante su homilía en la Plaza de San Pedro, el Papa Pío XI se detuvo un momento y «se quitó el solideo para pasar la colecta a los cardenales y sacerdotes que estaban allí y después entregar lo recolectado a los territorios de misión».

En 1926, el Domingo Mundial de las Misiones se estableció de manera consolidada en 126 países y se celebra el penúltimo domingo de octubre en todos los países en los que hay una comunidad cristiana.

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