El navarro Mons. José Luis Lacunza, Cardenal de la Iglesia Católica

[pullquote3 align=»center» textColor=»#888888″]El domingo 4 de enero, el Papa Francisco sorprendió a la Iglesia con el nombramiento de veinte nuevos cardenales. El día 14 de febrero, en solemne ceremonia en la Basílica de S. Pedro, fueron creados los nuevos cardenales, a los que el Papa pidió humildad, servicio, caridad y trabajo por la justicia.[/pullquote3][fancy_header bgColor=»#700″ textColor=»#ffffff»]José Luis Urriza, Oar[/fancy_header]

El Papa ha optado en esta elección por el protagonismo que ha dado a las periferias y diócesis pequeñas: dos nuevos cardenales son de Oceanía, tres de Asia, tres de África; otros tres de América Latina. Con ello se acentúa la centralidad de la misión dentro de la Iglesia universal.

Otro rasgo de los nuevos cardenales es su labor pastoral. Son pastores –en frase del Papa- “con olor a oveja”. Algunos de ellos son luchadores contra regímenes militares, defensores de la libertad religiosa, y muy comprometidos en la justicia social.

Dos de los nuevos cardenales son españoles: Mons. Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Y Mons. José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David (Panamá) y religioso agustino recoleto. Mons. Lacunza es el primer cardenal de la diócesis de Panamá, en sus 500 años de historia; y el primero de la Orden Agustina Recoleta, en sus más de 400 años de fundación (1588).

Los Cardenales Fernando Sebastián y José Luis Lacunza (de Pamplona), con la familia de este segundo que se desplazó a Roma para el cardenalato del navarroMons. Lacunza nació en Pamplona, el 24 de febrero de 1944, en el seno de una familia humilde y muy cristiana. A los 12 años ingresó en el Seminario Menor San José, de Artieda (Navarra) de los agustinos recoletos; cursó la filosofía en el Convento de Valentuñana (Sos del Rey Católico, Zaragoza) y el Noviciado y teología en el Seminario de Pamplona (Berriozar).

Ordenado sacerdote, el 13 de julio de 1969, en Pamplona, pronto fue destinado a Panamá, donde se licenció en Filosofía y Letras. Ejerció de profesor y Rector del colegio San Agustín, de Panamá; profesor y Rector de la Universidad Católica Sta. María la Antigua, de Panamá (USMA). Se nacionalizó panameño en 1982. Y fue nombrado Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Panamá en enero de 1986, con cuarenta y dos años. Presidente de la Conferencia Episcopal Panameña en dos trienios. Ha trabajado denodadamente en el Consejo Episcopal Latinoamerica (CELAM), en varios cargos. Allí fue donde conoció, colaboró y entabló amistad con el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, especialmente en la Asamblea de Aparecida (Brasil, 2007).

Siendo Obispo Auxiliar de Panamá, le tocó dar la cara por la Iglesia panameña frente al dictador Manuel A. Noriega, en los años 1987-1990. Con su voz y sus valientes escritos iluminó la conciencia del pueblo panameño, oprimido por las tropelías de la dictadura militar. Más tarde, siendo Obispo de David, defendió a los indígenas de su diócesis, que exigían respeto por sus tierras, frente al gobierno de la nación que no atendía sus reivindicaciones.

Su diócesis de David es pequeña. Tiene unos 8.653 Km2 (menos que Navarra) y cuenta con 45 sacerdotes, de los cuales 13 son diocesanos y 32 religiosos (Dominicos, Jesuitas, Franciscanos, Paulinos, Verbo Divino, Agustinos y Agustinos Recoletos). Cuenta con 433.000 habitantes, de los cuales 70.000 son indígenas de diversas etnias.

IMG_6731El Padre José Luis Lacunza se precia de ser panameño y navarro. Agustino Recoleto y Pastor de almas. Su corazón está dividido, pero armonizado.

Su vena navarra la describe él mismo en la última Vida Nueva:

Sigo siendo un religioso agustino recoleto, que añora la vida de comunidad y que goza cada vez que puedo disfrutarla cuando llegó a la capital de Panamá y comparto casa, mesa y recreo con mis hermanos del Colegio San Agustín; o cuando me presento en la parroquia de la Sagrada Familia, de David, avisando que le pongan un poco más de agua en la sopa…Me siguen emocionando las noticias de mi terruño natal, la vieja Iruña… Sufro y me alegro con las derrotas y triunfos de Osasuna… Cada día, durante los Sanfermines, me despierto a las 1.45 de la madrugada de aquí, para ver en directo el encierro… Y toda esta “estructura” física, psicológica y sociológica la vivo en Panamá, con los panameños y para los panameños”.

Este miniretrato que hace de sí mismo, nos habla de su navarridad, panameñidad y de su carisma comunitario agustino recoleto. Las vivencias, sufrimientos y alegrías, de ambos pueblos, las vive a flor de piel.

Podemos añadir a su retrato: que es un navarro culto, campechano, de un hablar directo y franco, valiente y muy servicial. Como tiene en su lema agustiniano: “servir donde la Iglesia me necesite”.

Lleva casi treinta años de Obispo. En su diócesis de David ha impulsado el Seminario, la Formación del clero, ha visitado varias veces a las gentes más humildes de los “campos” y poblados pequeños, en especial a los comunidades indígenas de los Ngobe; ha defendido sus derechos ancestrales. Pendiente siempre de su clero. Le gusta estar en todas las reuniones de sus sacerdotes, para convivir con ellos, escucharlos, animarlos; y, a través de ellos, sentir el latido y las necesidades de su grey.

Por todas estas prendas, podemos pensar que Mons. José Luis Lacunza, agustino recoleto, navarro y panameño, será un Cardenal fiel al Papa y servidor de la Iglesia panameña y universal, desde la pequeña diócesis de David.

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