La luz de la paz de Belén prendió la Navidad en Zamartze

Esta Navidad, el Monasterio de Zamartze vivió un día muy especial repleto de visitas ilustres. Iban a recibir la Luz de la Paz de Belén de mano de los scouts y todos quisieron recogerla para que presidiera sus hogares durante la Navidad.

A media mañana, en Huarte Araquil, se congregaron niños con sus padres y abuelos que, guiados por la estrella, llegaron al Monasterio de Zamartze, donde les esperaba el niño Jesús con María y José.

Los pequeños que reciben catequesis allí habían preparado las semanas previas las figuras del Belén que fueron colocando en el gran mural instalado en la capilla.

Cuando la ermita de Zamartze estaba repleta, llegó Olentzero, quien, siguiendo la tradición, bajó de la montaña para anunciar a todas las familias la llegada del Niño Dios. Sin duda, fue un momento único, porque el carbonero contó a todos los presentes la alegría y la salvación que traía Jesús, a quien adoró y deseó lo mejor antes de regresar a la montaña.

TESTIMONIO DEL MISIONERO ANTONIO
El misionero salesiano navarro, Antonio Mellado, que vive en Bolivia pero todos los años regresa a nuestra tierra en Navidad, también visitó este rincón de la barranca y contó a los asistentes todo lo que los niños bolivianos hacían con el dinero que el año pasado habían recaudado para ellos, como comprar medicinas, ir al colegio o comer.

Un año más, Bolivia y Navarra quedaron unidas gracias a este misionero salesiano que desgranó historias que acapararon toda la atención de los presentes.

Después de su testimonio, varios grupos de niños le hicieron entrega de la nueva recaudación que habían conseguido para él gracias a rifas y trabajos manuales. Emocionado, les contó que ya tenía destinatarios para ese dinero.

SORTEOS Y REGALOS
Además, se disfrutó de villancicos y canciones, la Navidad de Valivan y mucha alegría, que finalizó recibiendo a jóvenes scouts que portaban la tradicional Luz de la Paz de Belén. Esta llama sale antes de Navidad, desde 1999, del lugar donde nació Jesús en Belén y es repartida por todo el mundo por el Movimiento Scout Católico. Desde esa luz, todos los asistentes encendieron sus velas, que llevaron a casa para alumbrar su Navidad.

La colaboración de catequistas y amigos consiguió que este rincón de Navarra, cuidado por Don Mikel Garciandía, Don José Antonio Apezarena y la hermana Guadalupe, prendiera la mecha de la Navidad en los hogares de la Barranca.

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