Traslado del Cristo alzado
El pasado 1 de marzo, coincidiendo con la celebración del Miércoles de Ceniza, la Hermandad de la Pasión del Señor realizó el tradicional traslado del Paso del Cristo Alzado desde su sede en la Calle Dormitalería hasta la Catedral de Santa María la Real de Pamplona.
El acto, que se inició a las siete y media de la tarde, recorrió las calles Dormitalería, Javier, Compañía y Curia, hasta entrar en la Catedral por la puerta principal, donde aguardaban numerosos fieles.
El cortejo se iniciaba, en total silencio, con la bandera de la Hermandad, llevada por tres miembros de la Junta de Gobierno, el abanderado y las porta-borlas. Le seguía el Paso del Cristo Alzado, portado a hombros por 20 miembros de la Hermandad y acompañado por la Guardia de Honor. Tras ellos iba la Junta de Gobierno de la Hermandad. Durante todo el recorrido se puedo ver numeroso público.
Una vez en la puerta de la Catedral, el Paso del Cristo Alzado fue recibido por el Cabildo, quien le condujo al interior del templo, hasta situarlo cerca del presbiterio. Acto seguido tuvo lugar la celebración de la Eucaristía del Miércoles de Ceniza, con la imposición de la ceniza a todos los fieles. Un rito que para los cristianos significa el inicio de un tiempo de penitencia, ayuno, oración y limosna, como preparación para la Pascua.
Con este traslado procesional se dio inicio a las actividades de la Hermandad de la Pasión del Señor durante todo el tiempo de Cuaresma. A lo largo de ese tiempo y como preparación para la Semana Santa, la Hermandad de la Pasión organiza cuatro Vía Crucis procesionales que recorren las naves de la Catedral, con el Paso del Cristo Alzado durante cuatro viernes, a las 20:00 horas. El día 3 tuvo lugar el primero de estos Vía Crucis. Hoy, día 10, se celebrará el segundo y los próximos viernes 17 y 24 de marzo tendrá lugar los dos restantes.
El Paso del Cristo Alzado
El Paso del Cristo Alzado fue tallado por el escultor roncalés Fructuoso Orduna en 1932, que es asimismo autor del frontón esculpido del palacio de la Diputación Foral. Es un Crucificado muy clásico en su composición y actitud, que está acompañado por tres lanzas. Alcanza los 5 metros de altura. Las actuales andas, diseñadas por Victor Eusa, fueron incorporadas en 1949.
