Avivar la llama del amor matrimonial

U nos 60 matrimonios, muchos de ellos con sus hijos, participaron en la Jornada de Renovación Matrimonial, que organizó por segundo año consecutivo, en el Seminario de Pamplona, la delegación diocesana de Familia. Una jornada que fue de gran ayuda para avivar la llama del amor y afrontar algunas dificultades que pueden encontrarse en el día a día.

José Manuel Domínguez, profesor de Filosofía y responsable del Instituto da Familia de la Diócesis de Orense, habló del acompañamiento en el matrimonio, “que es el arte de ponerse en el punto de vista del otro para aunar sonidos”. En la charla, que fue por videoconferencia al estar convaleciente de una operación, explicó la importancia de mirar al otro como un regalo, porque el marido o la mujer son una persona exclusiva, un don. Ofreció una regla de oro: “Cuando el otro obra mal, atribuirlo a circunstancias externas. Y cuando obra bien, atribuirlo a que es así de verdad”. Esta norma ayudará a evitar conflictos. Domínguez destacó la importancia de la escucha. “Es complicado porque supone vaciarme de mí y atender al otro. Nos cuesta porque ya creemos que le conocemos muy bien. La escucha permite una conexión emocional, estar en sintonía con el otro por el lenguaje no verbal”. Por eso “más vale el conflicto que el silencio”, pero evitando tres cosas: culpabilizar al otro, estar a la defensiva, e ir de víctima. De la escucha se llega a comprender qué necesita el otro de mí, sobre todo las necesidades más profundas: la dimensión psicológica y la espiritual.

La segunda charla tras el descanso fue impartida por Santiago Arellano, delegado de Pastoral Familiar. Habló sobre “Quince errores que, convertidos en hábitos, pueden dar al traste con el matrimonio más sólido”. Santiago fue aprovechando un artículo muy iluminador, del asesor matrimonial Dave Wills, y añadiendo su propia experiencia pastoral desarrolló quince vicios dañinos para el matrimonio:

1. Criticar continuamente.
2. Dividirlo todo entre “lo de él” y “lo de ella”
3. Poner el matrimonio “en espera” mientras se cría a los hijos.
4. Darse mutuamente las “sobras”.
5. Guardar rencores y “llevar la cuenta”.
6. Confiar en tus “sentimientos” más que en tus compromisos.
7. Tomar decisiones sin consultar a tu esposo o esposa.
8. Intentar cambiar al otro.
9. Planificar una estrategia de salida.
10. Ocultar el hecho de que estás casado.
11. Ver pornografía o leer novelas o cómics eróticos como si fuese “entretenimiento inocuo”.
12. Ser egoístas.
13. No reces en tu matrimonio.
14. No sobrenaturalices a tu esposa-esposa ni renueves tu alianza conyugal en la entrega de los cuerpos.
15. No digas nunca en tu matrimonio ninguna de estas cuatro palabras: perdón, por favor, gracias, te quiero.
Se entregó a los matrimonios una hoja en la que tras cada punto, había tres frases en la que se pedía perdón, se daba gracias o se pedía al cónyuge ayuda para vivirlo bien. Cada matrimonio debía luego hablar sobre las frases que habían seleccionado mutuamente y rezar sobre ellas teniendo en cuenta que “La Cuaresma es tiempo rico para desenmascarar estas y otras tentaciones y dejar que nuestro corazón vuelva a latir al palpitar el Corazón de Jesús” (Papa Francisco Miércoles de Ceniza 2018).

Tras la charla, las familias participaron en la celebración de la Santa Misa, en la que unos sesenta matrimonios, desde unos que llevaban dos años de casados hasta otros que llevaban cincuenta y seis, renovaron la alianza matrimonial en el altar.
Como colofón de la jornada, una comida juntos y una sobremesa con cantos al amor preparados por varias familias de artistas.

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