Encuentro Misionero de Verano en Javier
El pasado 24 de julio se celebró en Javier el Encuentro Misionero de verano de Misioneros navarros 2018, en el que se dieron cita 65 misioneros en 18 países de misión y sus familiares.
La mañana comenzó con el saludo de bienvenida del Delegado de Misiones y OMP D. José Mª Aícua y el rezo de una oración misionera en la casa de Espiritualidad de la comunidad de Jesuitas en Javier donde tuvo lugar el encuentro. Acto seguido el Delegado de Misiones presentó la Guía Oficial de los Misioneros Navarros.
Después, siguiendo el programa del día, dieron comienzo las ponencias de la mañana en las que Ramón Delgado, Delegado de Misiones y OMP de Burgos explico en qué va a consistir el próximo Mes Misionero Extraordinario convocado por el Papa Francisco para octubre de 2019. Y se debatió sobre cómo involucrar a todas las partes para que “crezca el amor por la misión”. D. José Mª Aícua cerró esta charla haciendo alusión a las dificultades que presenta este reto en las diócesis y de cómo no sólo urge coger el relevo misionero sino que además es posible superar las barreras y vivir la misión en todos los contextos sociales y tecnológicos. La segunda ponencia fue la del misionero José Antonio Recalde que hablo sobre el próximo Sínodo para la Amazonía.
La mañana remató con la entrega de Homenajes Misioneros 2018, que fueron entregados por el Obispo Auxiliar, Mons. Juan Antonio Aznárez. Este año los homenajeados fueron: María Basterra, misionera Dominica del Rosario en Chile; Mons; Jesús Sádaba, obispo emérito de Ecuador y Julián Elizalde, misionero jesuita en Vietnam. A los ponentes se les entregó, como agradecimiento una figura de San Francisco Javier.
El ecuador del encuentro, como no podía ser de otra manera, fue la celebración de la eucaristía en la capilla del Castillo de Javier que terminó con una poesía al Patrón de las Misiones leída por una misionera.
La comida fraterna fue reflejo de la gran familia que forman nuestros misioneros y su iglesia en Navarra. La sobremesa, como ya es costumbre, transcurrió entre momentos entrañables de amistad y testimonios misioneros. El día terminó con una oración misionera en la parroquia de la Anunciación en Javier.