Homenaje a todos los que han ayudado a luchar contra el coronavirus
El pasado 6 de junio, el Arzobispo, Mons. Francisco Pérez, presidió la Misa de la escalera de San Fermín, en el marco de la cual se homenajeó a todas las personas que han estado en primera línea ayudando contra la pandemia del coronavirus. Estuvieron presentes representantes de los sanitarios, de los cuerpos y fuerzas de seguridad, de la Cruz Roja, de los odontólogos, farmacéuticos y comerciantes.
Don Francisco estuvo acompañado por el párroco de San Lorenzo, Javier Leoz, y por Ángel Iriarte, vicario episcopal de Pastoral Social y presidente de Cáritas de Pamplona y Tudela. Como representante del Gobierno de Navarra estuvo presente la Consejera de Salud, Santos Indurain, y como representante del Ayuntamiento de Pamplona el Alcalde, Enrique Maya, y algún concejal.
Don Francisco comenzó su homilía afirmando que “hacer el bien es lo más noble que existe en el corazón humano”. “Habéis venido de muchas instituciones y en vuestro corazón solamente se oye un susurro: Ante la pandemia nos hemos volcado por los enfermos”. Y les recordó a los homenajeados que eran testigos de esa entrega que habían profesado a muchos y de muchas formas en esta pandemia. “Defender la vida y cuidar de la vida humana, en sus distintas etapas y facetas, es lo más auténtico de lo humano. Este es el auténtico humanismo” explicó el Arzobispo.
Entre otras cosas, don Francisco explicó que “el fin de la predicación de San Fermín tenía como base el concienciar a las gentes que le escuchaban para que convirtieran su corazón al Salvador. Les veía esclavizados por las modas y superficialidades del tiempo. También hoy podemos decir que se requiere una reconstrucción no sólo económica y social sino también moral y espiritual. La nueva normalidad, de la que tanto se habla, deberá ser también un momento para reflexionar y dar un nuevo impulso hacia los valores que favorecen la convivencia, la amistad, la fraternidad y la solidaridad”. Antes de finalizar la homilía, don Francisco agradeció a todos su labor asistencial y cercana a los enfermos del COVID19 y a los sacerdotes y capellanes de los hospitales, que han atendido a más de 400 enfermos, administrándoles los sacramentos. “Han dado la posibilidad a los enfermos de participar en la gracia De Dios. Y este es el mayor consuelo”, finalizó.
Durante la celebración se pudo escuchar la jota en honor a San Fermín, interpretada por María Cruz Corral. Al finalizar la Eucaristía, la parroquia entregó unas placas conmemorativas a los homenajeados. Don Francisco también recibió una placa, en memoria de los quince sacerdotes fallecidos por la pandemia, así como por los fallecidos a causa del coronavirus en Navarra. Don Francisco recogió la placa emocionado, ante el aplauso de todos los asistentes.
