Concentración de Auroros de Navarra
Homilía pronunciada por el Arzobispo don Florencio Roselló, el pasado 21 de julio, en la parroquia de Lerín, con motivo de la clausura de la Concentración de Auroros de Navarra
Querido párroco, sacerdotes concelebrantes. Queridos auroros y hermanos todos.
Se atribuye a San Agustín la frase “quien bien canta, reza dos veces”. Estoy de acuerdo con esa frase, pues hay cantos, que muy interpretados te llevan directamente a Dios. Eso podríamos decir de los auroros. Desde mi llegada a Navarra he escuchado en varias ocasiones a diferentes grupos de auroros y realmente lo hacen muy bien, y por lo tanto me atrevo a decir que los auroros, cuando cantan, rezan dos veces. Los auroros nos llevan directamente a Dios y nos ayudan a rezar, nos ayudan a encontrarnos personalmente con Dios.
El canto de la aurora, de la llamada a la oración, al rezo del rosario, se ha convertido en un arte, también en una tradición, y tiene el peligro de abandonar su origen religioso. El canto de las auroras por parte de los auroros tiene un origen religioso. Con demasiada facilidad, cuando hay arte, cuando hay cultura corremos el peligro de olvidar su origen, que en este caso es religioso, y con el tiempo ha pasado a formar parte de la cultura y tradición de nuestro pueblo.
Es una tradición de origen religioso y también musical, tanto en su inicio como en su desarrollo. Con el paso de los años se ha convertido, además, en un género musical fundamental en nuestra cultura navarra y que sin duda dota de tradición y solera a nuestro folclore.
Su origen viene motivado en el fomento del santo rosario, como medio para animar a los fieles a acudir a su rezo antes de la misa del Alba. (La misa primera del día) Eran como los despertadores de los vecinos, en la aurora, de ahí su nombre de auroros, para que acudiesen a misa antes de ir a trabajar. Muchas de las letras de sus coplillas, que comienzan hacen referencias a la mañana, a madrugar, a la aurora, palabras que se repiten mucho en este género y que aparecen con frecuencia en sus canciones o auroras: “Despìerta, Atiende, Amanece”.
Estas auroras, al ser muy de mañana, normalmente en octubre, cuando el día se hacía más corto, los auroros hacían la ronda cantando auroras con faroles, estandartes y campanillas para cantar el rosario y la aurora del día. Ante la dificultad del tiempo, de luz solar, se tiraba de imaginación, pero siempre se salía a cantar.
Con el paso del tiempo unas auroras invitaban a rezar por los difuntos, otras por la paz, cada pueblo iba teniendo su aurora propia, haciendo referencia a la realidad vital, social y religiosa de cada municipio de Navarra. Otras auroras hacen referencias a los favores recibidos por pueblos ante situaciones críticas, como es el caso de Olite ante el cólera, del que fue preservado y sobre la que crearon una aurora. Aunque la mayor parte de ellas hacían referencia a la invitación al rezo del rosario. Otras auroras hacen referencia al santo del día y al que se le piden gracias y favores para el pueblo. También, a través de las auroras, se exalta la fiesta religiosa que se esté celebrando como el Corpus, Pascua, Navidad.
Sois camino que lleva a Dios. Sois, como nos dice la primera lectura, como el Buen Pastor que dice “Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas”. Vosotros hacéis que muchos vuelvan a la casa de Dios, aunque solo sea para escucharos. Esta mañana vuestra concentración de auroros hace que muchos nos acerquemos a escucharos, pero ese acercamiento también me lleva a Dios.
La segunda lectura habla de la reconciliación de judíos y gentiles, es decir, de gente diversa, diferente. Vuestra forma de oración a través del canto de las auroras es signo de paz, de reconciliación. En el grupo de auroros no hay distinción social, ni política, todos cantan a una voz, todos miran en la misma dirección. La aurora ha de ser lazo de unión, ha de tender puentes, y facilitar el diálogo. Ser persona de paz, de reconciliación. Precisamente porque estamos reconciliados por Cristo, y porque Él ha roto murallas y divisiones, debemos saber favorecer la unidad entre todos nosotros. Es Dios, es la aurora, quien ha reconciliado mucha gente que hoy son más que compañeros, son amigos, y podría decir ha surgido una relación y una amistad de hermanos.
El evangelio que hemos escuchado nos invita a buscar un lugar tranquilo y a descansar. Es necesario buscar esos momentos, porque en esos podemos encontrarnos con el Señor. Hoy es un día importante, esta concentración nos habla de Dios y nos lleva a Dios. Necesitamos en nuestra vida, paz, serenidad, tranquilidad para entender y escuchar lo que Dios nos pide en la vida. Es bueno que después de este día, busquemos un momento de soledad, de tranquilidad y me pregunte si eso es lo que quiere Dios de mí. Distingamos bien al Buen Pastor que me lleva por el buen camino, que no me engaña y entrega su vida por mí.
Queridos auroros. Hoy en día todos buscamos métodos de evangelización. Se habla de nueva evangelización. Sabed que vuestro estilo de oración, que es cantar en la aurora y es la llamada a la oración, ayuda a rezar, a encontrarse con Dios. A descubrir la propia vocación en la vida. La Iglesia os agradece el esfuerzo y el testimonio de auroros, como un medio para llegar a Dios. Sabed que la Iglesia, y más en concreto, la Iglesia de Navarra os agradece todo el esfuerzo que hacéis, y que sois un camino importante para que mucha gente vuelva a Dios, aunque solo sea para escucharos a vosotros.
El canto de la aurora llega a todos los rincones de nuestros pueblos, pues aunque es un estilo, eminentemente religioso, al ser cantada también por las calles, hace que el mensaje de fe, llegue también a los no creyentes, a los que no practican, y eso hace de la aurora un mensaje especial. Su canto a la Virgen es un canto que se escucha en todos los rincones de nuestros pueblos y ciudades. Su mensaje no tiene fronteras.
Queridos auroros. Pido a Dios que se mantenga esta riqueza y tradición de cantar auroras. Pido que se mantenga esta formación de oración. Que el relevo generacional se vaya dando de manera natural. Que siempre haya auroros que canten a la Virgen. Pido a Nuestra Madre que acompañe nuestro caminar. El origen de la aurora es mariano, llamaban a través del canto para ir a rezar y cantar el rosario de la aurora. Que ella la Virgen sea nuestro aliento y fortaleza en nuestro caminar de auroros. Que no nos cansemos, que el sueño y el cansancio no nos venza. Que sigamos alabando a Dios y a la Virgen con nuestro canto, un canto que me lleva a encontrarme con el Señor, con el Buen Pastor, como hemos leído en las lecturas.
+ Florencio Roselló Avellanas, O. de M.
Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela