Despedida de los Claretianos de Aldapa

Homilía pronunciada por el Arzobispo don Florencio Roselló, el pasado 2 de febrero, en la capilla de San Fermín de Pamplona, con motivo de la segunda Misa de la escalera, en la que se despidió a los Claretianos de Aldapa.
Don Florencio deseó a los Corazonistas de Aldapa que sigan siendo, como lo han sido hasta ahora, «testigos vivos de su amor y portadores de una evangelización abierta y solidaria».
Querido párroco, vicario provincial de los claretianos, hermanos claretianos, hermanas y hermanos todos.
La vida del cristiano es una peregrinación. Hoy 2 de febrero, damos un paso más hacia la fiesta de nuestro patrono San Fermín. Es un camino que nos invita a reflexionar sobre la huella que San Fermín ha dejado en nuestra ciudad de Pamplona. Pero es Dios quien nos congrega para rezar a S. Fermín, que la fiesta no empañe el sentido profundo de lo que celebramos hoy. Tenemos como horizonte el 7 de julio fiesta de San Fermín. Hoy, segundo día de la escalerica nos va acercando, a través de la fe, a la gran fiesta de nuestro patrono.
Esta fiesta hoy tiene una significación especial, viene cargada también de nostalgia. Despedimos a los Padres Claretianos, dejan de atender la basílica de San Fermín de Aldapa, San Fermín Xiquito. Los Misioneros Claretianos han estado presentes desde 1883 en su iglesia y comunidad de Pamplona, custodiando la figura y reliquias de San Fermín. Han sido 142 años de su presencia en el corazón de Pamplona. Seguramente el mejor lugar para esta despedida agradecida es en esta capilla, a los pies de San Fermín, el hermano mayor. Hoy, nuestro corazón encogido, quiere agradecer a los claretianos su entrega, apertura y encarnación en nuestra ciudad a través de la basílica de San Fermín de Aldapa.
Puedo afirmar que a toda la ciudad de Pamplona le gustaría que los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, siguieseis entre nosotros, en esa basílica. Conviene recordar que siguen en el colegio Larraona y en el colegio mayor. Según he sabido, a través de San Fermín de Aldapa, habéis conquistado el corazón de muchos pamplonicas, la procesión del 25 de septiembre, muy participada, hacen de estos días, unas fiestas del pueblo. Son fiestas religiosas y lúdicas, que animan a participar a la gente de nuestra ciudad y a rezar al santo patrón por todas nuestras necesidades.
Hoy es un día de contrastes, por un lado, celebramos el segundo peldaño de la escalerica, que nos lleva a la fiesta de nuestro patrón, pero también estamos despidiendo a los claretianos de San Fermín de Aldapa. Todos los aquí presentes os decimos GRACIAS. Porque habéis dejado huella, porque habéis acuñado vuestro nombre al de San Fermín de Aldapa, os relacionamos con nuestro patrón, con nuestra ciudad. Decir San Fermín de Aldapa es decir claretianos. Y eso es posible por vuestro amor y cariño a cuidar una devoción y una tradición que ha calado en nuestra ciudad.
¿Por qué se van los claretianos de San Fermín de Aldapa? En este día de la presentación del Señor, los religiosos nos ponemos en manos de Dios para aceptar su voluntad en nuestras vidas y congregaciones. Los religiosos claretianos, como toda la iglesia, tienen problema vocacional y deben de pensar en el futuro y reestructurar sus presencias en la iglesia. Esa situación y después de un discernimiento, les ha llevado a dejar San Fermín de Aldapa. Me consta que les hubiese gustado seguir, querían continuar, pero no es posible y deben de tomar decisiones, y entre ellas es dejar la basílica de San Fermín de Aldapa. Pamplona siempre os va a llevar en su corazón. Sois parte de nuestra historia, de la Diócesis y de la ciudad.
Pero es bueno recordar su gran labor evangelizadora. Los Corazonistas, desde la Basílica de San Fermín de Aldapa, han anunciado el evangelio a todos, sin distinción de ningún tipo. Constantemente vemos en el evangelio que Jesús anuncia su mensaje a todos, en ocasiones realiza signos con gente pagana y eso exalta a sus paisanos, no aceptan que Jesús se acerque a extranjeros y paganos. Lo mismo podemos decir de los claretianos, me consta, que con mentalidad abierta han llegado a mucha gente anunciando el evangelio de Jesús, han mantenido las puertas abiertas a todo el que ha necesitado cualquier tipo de ayuda, atención u orientación, y eso hace que la Palabra de Dios sea universal, que llegue a todo el mundo y que los claretianos sean el reflejo del que habla el papa Francisco, una iglesia de puertas abiertas y una iglesia en salida. Una iglesia en la que caben todos, todos, todos.
Sabemos que la misión de los claretianos no se detiene aquí. Seguirán entre nosotros, en Pamplona en el colegio Larraona y en el colegio mayor. Que el Señor les bendiga y les fortalezca en su caminar, que les dé la paz y la alegría de su presencia, y que sigan siendo, como lo han sido hasta ahora, testigos vivos de su amor y portadores de una evangelización abierta y solidaria.
Este año el Papa Francisco nos ha invitado a peregrinar, a ser mensajeros de Esperanza. Sigamos nuestro camino en nuestra peregrinación hasta el 7 de julio, fiesta de nuestro patrono. Seamos testigos del amor que San Fermín tuvo por nuestra ciudad de Pamplona, seamos portadores de ese compromiso que San Fermín tuvo con nuestra ciudad y sus gentes.
Hermanos Corazonistas, GRACIAS. Sigamos mirando a San Fermín en este segundo peldaño de la escalerica, el 7 de julio está más cerca.
+ Florencio Roselló Avellanas O de M
Arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela