Fiesta en el colegio Amor de Dios de Burlada
El pasado Jueves 19 de Noviembre, los vecinos de la localidad de Burlada “se vistieron de domingo” y, especialmente, en el Colegio Amor de Dios de este municipio donde se celebraba el bicentenario del nacimiento del Padre Jerónimo Usera, fundador de la escuela que dirigen las hermanas de la Congregación Amor de Dios.
Para un día tan especial como el mencionado, el polideportivo del colegio se engalanó, e invitó a una jornada de puertas abiertas a todo aquel que sintiera la llamada del Padre Usera. La asistencia fue numerosa, llenando el polideportivo del centro.
Me atrevo a decir que se convirtió, por un día, en un Templo Cristiano; donde de un modo sencillo, humilde, pero muy dignamente, se ambientó, acorde a esta ceremonia de culto y recordando la obra del P. Usera. Como una gran familia, todos aportamos nuestro pequeño granito, alumnos, profesores, padres y, por supuesto, las hermanas del Centro.
Todos los que acudimos contamos con el privilegio de la asistencia del Arzobispo de Pamplona, Monseñor Francisco Pérez González, que tuvo la delicadeza de compartir con nosotros este acontecimiento. Le acompañaron el Obispo emérito de Perú D. Juan José Larrañeta, los sacerdotes de las Iglesias de San Blas y San Juan de Burlada y otros sacerdotes de Pamplona, que concelebraron en la Eucaristía.
Una Ceremonia, también muy familiar, muy amena, donde quedó constancia, especialmente, la cercanía y el cariño de don Fernando, como si de nuestro Padre Usera se tratara.
La directora del centro ofreció unas palabras de bienvenida antes de iniciar la Eucaristía. “Le pedimos al Señor que este año traiga a nuestro Colegio y a nuestra Iglesia Local sus mayores bendiciones. También, que la Causa de Canonización del Padre Usera conozca un nuevo impulso” señaló.
El Coro de la Iglesia de San Juan Bautista nos deleitó durante toda la ceremonia litúrgica; así como la danza en el Ofertorio y el concierto con flautas que ofrecieron alumnos del Colegio interpretando el himno del P. Usera. Los más pequeños se hicieron cargo de las ofrendas, llevando al altar el fuego, y el Pan y el Vino. Las peticiones fueron proclamadas por profesores y padres.
Se concluyó el acto, visitando una exposición fotográfica que recogía la historia del centro de casi 60 años, y participando de un aperitivo, que gentilmente, nos ofrecieron las Hermanas del Colegio, en el que pudimos relacionarnos entre nosotros ya fuésemos padres, alumnos, madres, profesores, obispos, sacerdotes, antiguos alumnos, religiosas, mayores o más pequeños, de aquí o de fuera. Una madre del colegio