Dios está en las redes sociales

Javier Leóz:»Yo diría que hasta Dios mismo está interesado en colarse a través de las redes sociales. Ya lo hizo de una forma excepcional y extraordinaria: habló y se presentó personalmente en Jesús de Nazaret. Por eso mismo, porque esta noticia no la podemos acallar (sería un pecado de omisión) tenemos que abrir sin miedo (en algunos momentos con cautela) de par en par a estas nuevas realidades de información» (Entrevista Observatore)

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(Entrevista Observatore.) El padre Javier Leoz Ventura es un sacerdote católico colaborador de la revista Ecclesia de España, Betania, cuya página www.javierleoz.org en la red tiene un millón de visitantes reales. Conversa con El Observador sobre las redes sociales virtuales, los retos y oportunidades que plantean para la evangelización.  Por Mary Velázquez

¿Cuáles son los desafíos que imponen las redes sociales de cara a la evangelización?

El primero de todos que, desde nuestra óptica, contribuyan al desarrollo integro de las personas. Tenemos que ser realistas; aunque los nuevos medios de comunicación empujan a un cambio revolucionario en muchos ámbitos del ser humano, no debemos olvidar que lo importante es la persona. Las redes sociales no pueden menoscabar algo esencial en el ser humano: el trato personal. Nos podríamos preguntar: ¿es ético todo lo que acontece en las entrañas de las nuevas tecnologías de comunicación? Ese es uno de los retos que se nos impone para la nueva evangelización. Hay que llegar a las personas pero no a costa de su dignidad y mucho menos sustituyéndolas por entes invisibles.

¿Son las redes sociales un nuevo medio de comunicación para la Iglesia Católica?

Sin ninguna duda. Yo diría que hasta Dios mismo está interesado en colarse a través de ellos. Ya lo hizo de una forma excepcional y extraordinaria: habló y se presentó personalmente en Jesús de Nazaret. Por eso mismo, porque esta noticia no la podemos acallar (sería un pecado de omisión) tenemos que abrir sin miedo (en algunos momentos con cautela) de par en par a estas nuevas realidades de información.

Existe una razón fundamental por la que nos debemos involucrar más en aras de la nueva evangelización con los medios de comunicación: son unos instrumentos modernos que pueden facilitar el conocimiento, la comprensión, la reflexión y la adhesión al Evangelio. ¿No merece la pena ya mojarse por eso? Yo diría que internet y todas sus redes sociales pueden ser también un «nuevo atrio de los gentiles». En ese espacio convergen personas de toda condición. Por ello mismo, la Iglesia ha de invertir esfuerzos para hacer frente a este desafío. Merece la pena. Por Dios, por el Evangelio y porque hay millones de personas que todavía no conocen una gran noticia: Jesús ha resucitado y es salvación de la humanidad.

¿Debe la Iglesia Católica estar presente en Facebook y Twitter?

De entrada contestaría que, si se utilizan bien, no hay por qué ser alérgicos. Todo lo que sea comunicarse eficazmente, especialmente con el mundo joven, es una oportunidad. Eso sí, con una condición: hay que poner rostro a la Iglesia (es Jesucristo lo que se se presenta) y hay que pensar que, al otro lado de estas dos plataformas, hay alguien: las personas. Y, por cierto, Facebook aglutina a 650 millones de usuarios, de los cuales el 80% son jóvenes. El papa Benedicto XVI dijo en la Jornada Mundial de la Juventud que donde esta Dios hay futuro. Utilicemos bien y apostemos fuerte por las redes sociales y Dios no será un desconocido en el presente y en el mañana de las nuevas generaciones.

¿Qué se debe promover en las redes sociales para generar una cultura evangelizadora?

Las actividades y programas de la Iglesia. Destacaría tres puntos: la re-evangelización (recuperar a los cristianos tibios en su fe); la nueva evangelización (presentar las grandes verdades de nuestra fe) y la misión «ad gentes». No podemos olvidar que somos una Iglesia misionera. Que nos urge el dar razón y testimonio de Cristo en una sociedad que cambia vertiginosamente y a la cual se confunde permanentemente con ídolos de papel .

Desde mi honda experiencia en internet puedo asegurar que, cuando existe una buena presentación de nuestras propuestas evangelizadoras, recursos catequéticos, información contrastada, recursos de pastoral, dirección espiritual…facilita el interés por las cosas de Dios e, incluso, hace caer viejos prejuicios sobre una Iglesia incapaz de amoldarse a las nuevas tecnologías. Afirmación, por supuesto, que no es cierta.

¿Cómo es la religión en tiempos de las redes sociales?

La mayoría de las religiones (hay algunas muy reticentes) son proclives a hacer un uso de internet. La lucha que nos aguarda es cómo presentar el mensaje de Jesús sin renunciar a lo que es esencial en él. Si de algún lugar no se puede marginar o expulsar a Dios es precisamente de las redes sociales. Sólo por eso hay que estar presentes en ellas, con todos los medios e ideas a nuestro alcance. «¡Ay de mi si no evangelizare!» (I Corintios 9,16), nos recuerda San Pablo, quien sería un entusiasta de internet y se adaptaria a estas nuevas circunstancias. Estoy seguro.

Una interpelación muy seria es: ¿Dónde están nuestros fieles hoy? Y, tal vez, internet nos da la respuesta: «en mis redes». Utilicémoslas sin temor. Hay que adaptar los canales tradicionales de la evangelización (sin despreciarlos ni desecharlos) a los más actuales. Hay que ir al encuentro de las almas que, si no se cuidan, pueden perderse (porque han encontrado otros dioses) o no encontrarlas (porque no hemos sido valientes para dar este paso hacia las nuevas tecnologías de comunicación). Si Jesucristo fue un gran comunicador (a nadie dejó indiferente), su Iglesia no lo puede ser menos. Si Jesús viniera de nuevo (y por cierto vendrá un día) estoy seguro que nos repetiría sin dudar: «en mi nombre…echad las redes», y también en internet.

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