Bendición del nuevo albergue de Zabaldika
El pasado día 7 de abril, la nieve dio una tregua en Zabaldika para permitirnos celebrar, en su iglesia de San Esteban, el acto de acogida y oración previo a la bendición del nuevo albergue de peregrinos. Nos recibió y saludó la hermana Marisol, nos cantaron Mentxu y Nerea acompañadas de percusión y guitarras. El párroco D. Ricardo, nos contó cómo se había ido desarrollando el proyecto del albergue hasta llegar al momento presente. D. César González Purroy, Delegado Diocesano del Camino de Santiago y párroco de San Pedro de la Rúa, de Estella, nos trasladó la idea de considerar el Camino como «parroquia itinerante». Las hermanas de la comunidad reflexionaron en voz alta sobre diversos textos bíblicos que relacionaron con la idea de «camino», de «salir al mundo» y de «hospitalidad». Por último, D. Juan Carlos Elizalde, Vicario Episcopal y Prior de Roncesvalles, reflexionó sobre la importancia que tiene el encuentro entre los que caminan, encuentro propiciado por los albergues, verdaderas «pausas» en el camino.
Así, entre reflexiones, citas y cantos, llegamos al momento de la bendición e inauguración del albergue. Si antes nos apretujábamos en la iglesia, ahora aún más en el recibidor. Ocupábamos todo espacio disponible, desparramándonos por las escaleras de acceso a las habitaciones, por el propio recibidor, comedor… todo se quedó pequeño. Allí, desde mitad de las escaleras, D. Juan Carlos Elizalde bendijo las nuevas instalaciones y roció con agua bendita estancias y presentes.
Para el tentempié que las hermanas habían preparado, el comedor resultó claramente insuficiente. Hubo que extenderse por el exterior y así, entre canapés y tortillas, refrescos y buena conversación fue transcurriendo la tarde y llegó el momento de despedirnos. Fueron varias horas de convivencia fraterna, de compartir, de reencuentro, de conversar y conocer; de hacer… una «pausa en el camino» de esta «parroquia itinerante» que como casa, «de tanto crecer se hizo mundo… y el mundo de tanto soñar se hizo casa».