Filipinas mantiene viva la esperanza en medio de la adversidad

CaritasA punto de cumplirse un mes de desastre provocado en Filipinas por el súper tifón “Haiyan”, la red Cáritas sigue acompañando a cientos de miles de damnificados que demuestran, de manera admirable, cómo es posible mantener viva la esperanza en medio de la adversidad.

Una de estas personas es Abilene Abihar. Antes del tifón, vivía con su familia en una pequeña comunidad de Tacloban. De las cien personas que residían allí, unas treinta murieron por la tormenta.

Abilene es un ejemplo vivo de fortaleza, esperanza y resiliencia. Ella y su familia, que ya han conseguido alimentos en su parroquia y pronto recibirán más de Cáritas, han empezado a construir un refugio temporal con piezas de madera y metal que han encontrado entre los escombros. Y para convertirlo en un hogar, han puesto un árbol de Navidad en el pequeño porche de su vivienda, como una especie de desafío al caos exterior.

Como señalan en sus informes los trabajadores y voluntarios de la red Cáritas en el terreno, aunque es difícil expresar con palabras la magnitud de la catástrofe en Filipinas –al menos un 14 por ciento de la población filipina se ha visto afectada por el tifón–,cuando se mira a la gente a los ojos, más allá del cansancio que les embarga y la devastación que les rodea, la esperanza todavía está en ellos.

Máxima prioridad a la rehabilitación

A pesar de que las necesidades inmediatas siguen siendo muy importantes (alimentos, refugios, kits de higiene…), ya se ha empezado a proyectar la rehabilitación. En una reunión de coordinación de la red Cáritas celebrada esta misma semana en Cebú, en la que participaron dos representantes de Cáritas Española, se puso de manifiesto la necesidad de que las familias puedan recuperar lo antes posible los medios de vida que perdieron por el tifón.

“Mientras atendemos la emergencia, debemos tener ya la mirada puesta en el desarrollo de la zona”, aseguró monseñor Broderick Pabillo, director de Cáritas Filipinas, durante la reunión de trabajo celebrada ayer, 4 de diciembre.

En este sentido, las líneas prioritarias son, junto a la recuperación de los medios de vida, la construcción de viviendas y la adopción de medidas para reducir los riesgos relacionados con los fenómenos naturales. Además, se está identificando la posibilidad de acompañar a las familias con terapias de apoyo psicosocial y ayudas para la compra de material escolar y medicamentos.

 

Rehabilitación pesquera y agrícola

Las zonas afectadas por el tifón se dedican principalmente a la pesca, por lo que la reparación o construcción de los barcos es fundamental. La red Cáritas va a dar la máxima prioridad a ese objetivo, que se llevará a cabo de acuerdo a las tradiciones locales, apoyando la construcción de embarcaciones que no requieran la tala masiva de árboles y que realicen actividades pesqueras sostenibles. “Si apoyamos a las familias para que tengan un barco, podrán salir a pescar, alimentarse y vender parte de su captura en el mercado, contribuyendo a fortalecer la economía local”, explicó monseñor Pabillo.

En las áreas rurales dedicadas a la agricultura se van a repartir equipos agrícolas que incluyen herramientas y semillas de crecimiento rápido, para poder obtener una cosecha en el menor plazo de tiempo. Además, en función de la capacitación de las familias y de sus posibilidades de cría, se entregarán animales (gallinas o cabras) que permitan la obtención de unos ingresos extra a través de la venta en los mercados locales de una parte de sus productos.

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