Acoger a todos, respetando su religión

Las paredes del aula magna del seminario de Pamplona acogieron el 19 de marzo a los participantes del II Encuentro Diocesano Pastoral con Inmigrantes. El título del encuentro, “Gritos y respuestas”, resume el objetivo de esta jornada: presentar los problemas con los que se encuentran los inmigrantes y analizar las respuestas de la diócesis a estas necesidades.
El encuentro comenzó con la lectura de la palabra de Dios y un rato de oración. El Arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, dirigió unas palabras a los asistentes. Después, el Delegado Episcopal de Migraciones y coordinador del evento, Valentín Eguílaz, expuso las acciones que está realizando la Iglesia en Navarra para acoger a los inmigrantes. Estos esfuerzos se concretan en la visita a nueve arciprestazgos durante el año pasado, para comprender la situación de los extranjeros y comprobar su acogida en las parroquias.
Tras un breve descanso, se sucedió el diálogo, donde los participantes manifestaron sus propuestas, como organizar encuentros y momentos de oración que les permitieran conocer más a los demás inmigrantes y a los miembros de la parroquia.
El Encuentro con Inmigrantes responde a las directrices del Papa y los obispos, que animan a una postura de acercamiento y acogida con los inmigrantes. Alientan a las parroquias a ofrecer a todos la evangelización y la posibilidad de conocer a Jesús.
En España, los inmigrantes se enfrentan con problemas de desempleo, falta de vivienda y conflictos familiares. “Aquí se intenta favorecer la integración y la comunión para que puedan encontrar calor en las parroquias y se sientan en casa”, explica Eguílaz. La pastoral está dirigida a los fieles procedentes de otros países y a los inmigrantes no creyentes que participan en algunas actividades de las parroquias. “La postura con los no cristianos debe ser abierta, de acogida, pero respetando ante todo la religión que profesan”, añade Eguílaz.
Asimismo, la pastoral se dirige a los navarros, con la finalidad de que adquieran una postura abierta y de respeto ante los extranjeros.