Visita de don Fernando Sebastian a Navarra

DSC_0004El recién nombrado Cardenal Sebastián nos ha visitado por invitación del Sr. Arzobispo D. Francisco Pérez y su Auxiliar D. Juan Antonio Aznárez. D. Fernando, que fue Arzobispo en Navarra durante catorce años, ha pasado unos días intensos entre nosotros.

Algunas comunidades cristianas han tenido el privilegio de acercarse para saludarle, felicitarle y expresarle su gratitud por su dedicación a  la comunidad diocesana de Pamplona y Tudela. Los sacerdotes, reunidos para celebrar a su patrono San Juan de Ávila y homenajear a los sacerdotes que cumplían las bodas de oro y plata sacerdotales compartieron el principal espacio de su visita. El solemne pontifical en la catedral de Pamplona, el domingo día 11, puso colofón  a estos actos que la diócesis quería dedicarle por su nombramiento como cardenal de la Iglesia.

El Semanario La Verdad, que le dedicó en su día un número monográfico, ha estado presente en sus principales intervenciones para dar cuenta de ellas a todos los lectores.

CONFERENCIA EN LA PARROQUIA DE SAN MIGUEL DE PAMPLONA El día 8 de mayo pronunció una conferencia en el templo de la parroquia de San Miguel de Pamplona titulada: “La familia cristiana clave de la evangelización”.  Con el templo abarrotado de fieles, una larga fila se extendía hasta la sacristía esperando su autógrafo en su último libro: “María, Madre de Jesús y Madre nuestra”. El cardenal, reconociendo a casi todos, les dedicaba una palabra y una sonrisa antes de firmar.

El tema fue uno de los predilectos de D. Fernando. “La familia clave de la Evangelización”. Con la fuerza que le caracteriza, con su argumentación de profesor siempre contundente, con el celo pastoral de amor de Misionero Claretiano, expuso su preocupación sobre el deterioro de la familia cristiana en España en todos los órdenes, no sólo en el de trasmisora de la fe.

La familia como la conocemos y la deseamos está sufriendo una de las transformaciones más grandes de la historia de tal manera que parece que se desmorona y con ella la sociedad. En las encuestas los jóvenes la ponen como la institución más apreciada. Sin embargo en la vida ya no educa, ni es punto de referencia. Desde las instancias legislativas políticas no se reconoce su valor insustituible para el buen funcionamiento de la sociedad, ni para educar, ni se la ayuda. Por eso hay muchos problemas que se agravarán en el futuro  en la convivencia, en la política, en la cultura y en la economía. La preocupación ha de ser desde todas las instancias porque el problema es para creyentes y no creyentes.

El matrimonio, en su definición civil, está reducido a un compromiso banal ya que se puede disolver en tres meses de convivencia sin tener que exponer ninguna causa. “Es más permanente y serio el contrato que se hace con una compañía telefónica que el compromiso matrimonial”.

Como la familia no es trasmisora de cultura tampoco lo es de la fe. A este respecto los porcentajes y números que enunció el cardenal son más que preocupantes, “espantan”. La pastoral de la Iglesia debe poner su empeño en la preparación al matrimonio y en la celebración del bautismo. “El cristiano del futuro lo tendrá muy duro”. Tendrá que saber ir contra corriente, contra la masa que arrastra, sin ser enemigo de la sociedad, pero siguiendo con autonomía y libertad sus propios principios. CON LOS SACERDOTES EN LA FIESTA DE SAN JUAN DE AVILA El día de San Juan de Ávila, presidió junto con nuestros obispos y los abades de Leyre y la Oliva la celebración de la Eucaristía en la capilla del seminario en homenaje a los sacerdotes que celebraron sus bodas de oro y de plata sacerdotales.

Después, en una conferencia en el salón de actos del seminario, regaló como primicia a los sacerdotes, unos trazos del tema que le ha encargado el Papa sobre “Las Bienaventuranzas y la nueva Evangelización”.

Esta exposición fue como el contrapunto al panorama preocupante y real sobre la familia dibujado en la conferencia en San Miguel.  “Las Bienaventuranzas contienen el meollo del mensaje de Jesús, de su vida y enseñanzas”.Llenan de esperanza, optimismo y ofrecen una proyección definitiva de futuro. Los criterios de felicidad que tiene el mundo son contarios a los de Jesús en las Bienaventuranzas. Para Él son dichosos los pobres, mansos, misericordiosos, sufrientes, pacíficos, justos, insultados, perseguidos y calumniados por ser buenos. Esta es la paradoja cristiana.

La cultura antropocéntrica del hombre moderno de nuestro mundo está en conflicto con la visión religiosa y teologal de la fe cristiana. Por eso la dificultad y la urgencia de la evangelización. “No se trata simplemente de bautizar, sino de sacar del error  a un hombre que se adora a sí mismo”.

Los evangelizadores  tienen que imitar a Jesucristo, el primer bienaventurado. El talante y las actitudes son las que proponen las Bienaventuranzas: el gozo de la fe, la seguridad de la esperanza la libertad del desprendimiento de este mundo. Sólo los que viven las Bienaventuranzas están en condiciones de evangelizar. “La evangelización lleva muchas veces consigo el martirio de los evangelizadores o de los primeros evangelizados”. Han de ser “poseídos del amor de Dios, con gozo, con alegría, con libertad, con fortaleza y generosidad”. Evangelizan las comunidades que “viven con claridad, autenticad y eficacia su vida cristiana, llevan en su carne los sufrimientos de Cristo y sienten en su corazón la misericordia de Jesús con todos los que sufren”.

PONTIFICAL EN LA CATEDRAL El encuentro más significativo y solemne que la diócesis quiso dedicar al cardenal Fernando Sebastián fue el pontifical en la catedral el domingo día 11 de mayo. Acompañado por nuestro Arzobispo D. Francisco Pérez y por el obispo de Vitoria D. Miguel Asurmendi y por todo el pueblo cristiano convocado, sintió el cariño y la gratitud de todos.

Al inicio D. Francisco dio la bienvenida al cardenal y a todos indicando que la celebración era para dar gracias por su vida y por su persona. Le felicitó en nombre de la diócesis por su elección para ser consejero del Papa. “Es un día de orgullo también para nosotros”, no por vanidad, sino porque uno que sirvió a la diócesis de Pamplona y Tudela como Arzobispo es ahora cardenal. Recordó que el día en el que relevó a D. Fernando en la dirección de la diócesis dijo: “D. Fernando no se va, ni yo me quedo, Jesucristo es quien permanece”. Por eso la celebración es para dar gloria y alabar a Cristo.

Respondió emocionado D. Fernando por volver a sentarse en la cátedra desde la que instruyó al pueblo durante catorce años. “Queridos hermanos, es para mí un gozo extraordinario el encontrarme de nuevo entre vosotros dando gracias a Dios por haber sido designado cardenal con el deseo de seguir sirviendo a la Iglesia”.

La homilía fue espontánea, sin papeles, de corazón a corazón. Agradeció la presencia de todos que indicaba su aprecio y gratitud. Afirmó que los homenajes han sido sencillos pero muy sentidos, siguiendo las instrucciones del Papa que les pidió que no hiciesen “grandes fastos ni celebraciones, sino que celebrasen todo con un corazón humilde y disponible”. Ante la figura del Buen Pastor es fácil definir, dijo, lo que es ser cardenal, es ser colaborador cercano del santo padre en su solicitud como pastor de la Iglesia universal. Él es pastor visible que en el nombre del Señor, pastor invisible, cuida la fe en nosotros.

Al final dejó tres recomendaciones. Ante todo, hacer un acto de fe “con toda el alma y el corazón” en Jesús Buen Pastor y seguir sus pasos. Después vivir con Jesús en comunión con su Iglesia ayudándonos y defendiéndonos como hermanos ante el ambiente adverso. Finalmente, dijo, hemos de recordar a los que se han alejado y no están en el rebaño del Señor y viven “perdidos en ideas que les llevan al despeñadero en conflictos personales, familiares y sociales”. Al final de la Eucaristía volvió a agradecer a todos la solemne celebración que le habían preparado, recordando especialmente a la Capilla de Música, a su director y al organista que dieron un tono espléndido a la celebración. Concluyó la celebración con el canto polifónico, brillantísimamente ejecutado, de un “Te Deum” de ación de gracias.

El Semanario La Verdad se une en nombre de los lectores a las felicitaciones y gratitud de todos y da gracias al Cardenal Fernando por la promoción que realizó como Arzobispo de este semanario.

Don Fernando en Zamartze El domingo 11 de mayo por la tarde, don Fernando inauguró la exposición museográfica de los hallazgos arqueológicos de Aracoeli. Previamente, participó en un acto de Adoración en la ermita de Zamartze y en las Vísperas cantadas por un coro formado por cinco parroquias de la zona de la barranca y músicos del conservatorio.

Eucaristía presidida por Mons. Fernando Sebastián

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