Día del Catequista

El 13 de febrero unos seiscientos catequistas se reunieron en Pamplona para celebrar su jornada anual. El lema de este año fue “Con entrañas de Misericordia”: en este año Jubilar, es la misericordia una de las dimensiones fundamentales de la vocación del catequista que estamos llamados a hacer crecer y madurar. Vivir y hacer presente en nuestro ministerio de la catequesis la ternura inmensa de nuestro Dios…
El día comenzó con un momento de oración en la iglesia de María Auxiliadora del Colegio de los Salesianos, presidida por el Obispo Auxiliar Don Juan Antonio Aznárez. Allí, además de la alegría del encuentro, los catequistas pudieron vivir un momento de meditación sobre las inmensas entrañas de misericordia de Dios. Tras la oración, se trasladaron al teatro del Colegio donde tuvo lugar una preciosa Catequesis sobre la misericordia, teniendo como hilo conductor de dicha reflexión el musical realizado por el Grupo de teatro Salesianos-Pamplona “La leyenda de los miserables”, una adaptación de la novela de Víctor Hugo “Los Miserables”. Justicia, amor, perdón y misericordia son encarnados en los personajes de Jean Valjean, Javert, Fantine, Cosette… Un musical que transmite fuerza y veracidad en sus interpretaciones, y que ayudó a reflexionar sobre la misericordia a los catequistas presentes. Muchos pudieron emocionarse con la intensidad de las escenas de sacrificio y perdón, la fuerza de las palabras sobre la justicia y la misericordia, el precioso color de la música y de los personajes… Fue un momento que impactó.
Tras el musical, los catequistas se trasladaron caminando a la Catedral, para allí celebrar la Eucaristía, presidida por nuestro Arzobispo Don Francisco. Fue el momento más plenamente jubilar: se reunieron en el patio para ser invitados a entrar por la Puerta Santa. A continuación, todos vivimos con gozo la celebración de la Eucaristía, animada por el Coro “Tempo d’intermezzo”. Don Francisco invitó a los catequistas a sentirse enviados por la Iglesia y a unirse desde la oración a Cristo Jesús. También les felicitó y les agradeció su labor catequética. Y después de la Comunión, les bendijo y les envió a salir por la Puerta Santa como instrumentos de la misericordia del Señor. Una preciosa celebración jubilar.
El día culmino compartiendo mesa y mantel en el Hotel Tres Reyes, en un ambiente lleno de alegría y de fraternidad. Allí hubo tiempo para compartir, comentar y concluir con alegría una jornada que fue una auténtica fiesta.
Un año más, este día del catequista ha dejado un hermoso rastro de alegría y de entrega que ilumina el caminar de este Año de la Misericordia.

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