Juan Carlos Elizalde, nuevo Obispo de Vitoria

El recientemente nombrado Obispo de Vitoria, Rvdo. D. Juan Carlos Elizalde Espinal, recibió la ordenación episcopal e inició su ministerio al servicio de la Diócesis de Vitoria, en la Eucaristía que se celebró el pasado sábado, 12 de marzo, en la Catedral Nueva de Vitoria.

Cientos de personas abarrotaron la Catedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia, para asistir a esta celebración. Muchos de los asistentes habían venidos desde la diócesis de Pamplona y Tudela para arropar al que durante muchos años fue su sacerdote.

Una semana antes, el 5 de marzo, se celebró una Eucaristía para despedir al que hasta ahora ha sido Obispo de Vitoria, el también navarro, D. Miguel J. Asurmendi Aramendía.

La ceremonia
La celebración fue presidida por el Nuncio de la Santa Sede en España, Monseñor Renzo Fratini, y concelebrada por 8 arzobispos, 16 obispos, un cardenal y más de 200 sacerdotes. La parte musical corrió a cargo del organista D. Floren Unzueta y del Coro Claustrum Armonicum, dirigido por Xabier Sarasúa.

La celebración se inició con la entrada por la puerta principal de la Catedral de don Juan Carlos Elizalde, acompañado por Nuncio Apostólico. Una vez en el templo, es recibido por el hasta ahora Obispo de Vitoria, D. Miguel Asurmendi y el Cabildo Catedralicio. Tras rezar unos minutos en la capilla del Santísimo Sacramento se dirigió a la sacristía donde se revistió para la celebración.

El Nuncio Apostólico presidió la Eucaristía, en el marco de la cual tuvo lugar la Ordenación Episcopal. Durante la homilía, el Nuncio le recordó a D. Juan Carlos que su ordenación episcopal se llevaba a cabo en el Año de la Misericordia. Además, le recordó que un obispo debía tener tres actitudes: la fe, el espíritu de servicio y la compasión. “El obispo es un hombre de fe que se ha fiado de Dios”, “la elección, ya es un acto de confianza hacia ti por parte del mismo Señor. Él te ha elegido para que a través de tu entrega, custodies, protejas y conduzcas a sus fieles”, le explicó el Nuncio. “El obispo es un hombre de servicio” le recordó también. Y finalizó diciéndole que “el obispo es hombre de corazón compasivo” y que tenía que amar particularmente a los pobres, a los débiles, a los que padecen necesidad.

Tras la promesa del Obispo Electo, donde fue examinado delante del pueblo fiel sobre su fe, se cantaron las Letanías mientras don Juan Carlos Elizalde se postraba en el suelo. Tras ese momento tuvo lugar la imposición de las manos, por parte del Obispo ordenante seguido del resto de los obispos. El Obispo ordenante junto a los demás Obispos, pronunció, con las manos extendidas, la Plegaria de Ordenación. Don Juan Carlos fue ungido por el santo Crisma y recibió los signos del ministerio que se le encomienda en la iglesia: el Evangelio, el anillo episcopal, la mitra y el báculo. El Nuncio invitó a Mons. Elizalde a sentarse en su cátedra, tomando posesión de la Diócesis de Vitoria y recibiendo el abrazo de todos los obispos y de una representación de la Diócesis.

Alocución
Tras la Eucaristía, el nuevo Obispo de Vitoria leyó unas palabras en las que mostró su emoción y recordó que en su ministerio no faltarán las palabras perdón, gracias y por favor. “Gracias autoridades de Vitoria, País Vasco, Pamplona, Valle de Erro y Mezkiritz, mi pueblo. Gracias de corazón a todos los que habéis hecho posible con tanto esfuerzo esta celebración tan preciosa. Gracias también a Vitoria en nombre de mi familia y de la Diócesis de Pamplona-Tudela”, afirmó. “Siento que no correspondo a tanto cariño de mi familia, de mis amigos de Burgos, Madrid y Navarra, de mis hermanos sacerdotes y diáconos, de mis parroquianos de Pamplona y de la zona pastoral de la Virgen de Roncesvalles. Perdón por no estar a la altura, por no haberos podido agradecer y contestar personalmente a tantas pruebas de afecto estos días”, se disculpó. “Los pobres son los primeros beneficiarios de esta fiesta eclesial. La Iglesia de Vitoria es para ellos y mi corazón también. ¿Os animáis a que sigan siendo los pobres, los parados, los inmigrantes, los marginados, los últimos, el corazón de la Iglesia de Vitoria?” concluyó su alocución.

Datos biográficos
El nuevo Obispo de Vitoria nació en Mezquíriz (Navarra) el 25 de junio de 1960. Obtuvo la licenciatura en Filosofía por la Universidad de Navarra y en Teología por la Facultad de Teología del Norte de España, formándose con los Cruzados de Santa María. Es Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid y realizó el curso de Directores de Ejercicios Espirituales con los PP. Jesuitas de Salamanca.

Fue ordenado sacerdote el 3 de octubre de 1987 en Roncesvalles, quedando incardinado en la diócesis de Pamplona, sede en la que ha desarrollado su ministerio sacerdotal. Entre otros, ha desempeñado los cargos de director de las residencias universitarias diocesanas “Martín de Azpilicueta” y “Argaray” (1999-2004) y párroco de “Santa María” de Ermitagaña” y de “La Sagrada Familia” (2005-2009).

Actualmente era profesor de Teología y responsable de Pastoral de la Universidad Pública de Navarra; vicario episcopal territorial de la zona de Pamplona-Cuenca-Roncesvalles; profesor de Homilética del CSET “San Miguel Arcángel”; coordinador del Centro de Dirección Espiritual diocesano en la Capilla de la Divina Misericordia en el oratorio de “San Felipe Neri”; y canónigo-prior de la Real Colegiata de Roncesvalles.

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