Curso “Afectividad, amor y sexualidad» para educadores

La Escuela Diocesana de Educadores en el Tiempo Libre de Navarra (EDETLN) organiza, en su cuarta edición, el curso: “Afectividad, amor y sexualidad. Claves de educación afectivo-sexual para educadores (I)” dirigido a familias, profesorado, catequistas, monitores… En esta ocasión se celebrará a lo largo de cuatro tardes de viernes los días 12 y 26 de febrero y marzo, en horario de 16:30 a 20:30 horas. Las inscripciones ya están abiertas y las plazas, debido a las restricciones de aforo, serán limitadas. A continuación, preguntamos a Ángeles Cabido, la persona encargada de impartir esta formación, algunas cuestiones sobre este curso.

¿Por qué es importante la educación afectivo-sexual para educadores?
Porque sólo quien tienen una buena educación puede educar a otros y, ¿quién mejor para educar en el amor que aquel que ama? Pero… ¿cómo hacerlo si le falta esa formación?
Quizás nos ayude mirar a la realidad: cada día 1 millón de personas se contagian de una enfermedad de transmisión sexual; cada año crece el número de embarazos no deseados en adolescentes; 11 años es la edad media de inicio del consumo de pornografía; realidades como el Sexting y el Grooming (maneras perjudiciales de relacionarse a través de telefonía móvil o redes sociales donde se ve comprometida e incluso amenazada la integridad de muchos menores) siguen avanzando unidas a otras conductas de violencia contra la mujer y el varón… Algo está ocurriendo cuando a la pregunta de “¿quién cree en el amor para siempre?” ya son más los adolescentes que dicen que no a los que afirman que todavía es posible.
¿La educación afectivo-sexual para educadores es una urgencia en la sociedad y en la Iglesia?
Si las personas que habitualmente acompañan a adolescentes (sus familias, profesores, catequistas, monitores…) tienen una buena formación y han hecho un recorrido experiencial en el que se les ha dotado de herramientas prácticas para el día a día, podrán comprender, acoger y acompañar a esos adolescentes de la manera que están necesitando. En este sentido, nuestra diócesis, hace años que apuesta por esta formación a través de distintos medios y, desde hace un par de años, la EDETLN brinda esta oportunidad a través de estos cursos de 15horas.

¿En qué consiste este curso de formación? ¿Los educadores que lo hagan encontrarán recetas o soluciones a las preguntas que plantean los adolescentes?
Este primer curso ahonda en seis temas muy importantes de la educación afectivo-sexual:
• La mirada: conocer su poder transformador, aprender a mirar para enseñar a mirar y poder así captar la belleza de la propia vida y de lo que acontece ante nosotros.
• La persona: recordar claves sobre identidad, valor personal y una sana autoestima.
• Hombres y mujeres: profundizar en nuestras dimensiones valorando todo aquello que nos hace ser iguales y diferentes como oportunidad posibilitadora. Ahondar sobre los cambios corporales que nos ocurren y nos afectan.
• Sexualidad: descubrir su belleza y significado y reflexionar sobre algunas conductas actuales que pueden estar viviendo los adolescentes.
• Afectividad: comprender qué me ocurre, por qué y para qué y saber gestionarlo ahondando en el camino del corazón (atracción, enamoramiento, amor).
• El perdón: asumir nuestra necesidad de ser perdonados y aprender a perdonar para vivir relaciones afectivas sanas.
No se trata de un conjunto de recetas ni mucho menos de un listado de soluciones sino de ahondar juntos en las preguntas fundamentales del corazón, conociendo la realidad y sometiéndola a juicio, buscando así las respuestas que satisfacen nuestro verdadero anhelo de felicidad.

Algunos de los datos aportados son escalofriantes, ¿están los adolescentes de hoy realmente perdidos?
No, yo no diría que están perdidos más bien que están desorientados y de ahí que sea tan necesaria la educación afectivo-sexual. Dice Christopher West que el corazón humano está hecho en 3D: de diseño (“Y vio Dios lo que había hecho y estaba muy bien”), de deseos (que debemos comprender y dirigir) y con un destino (el encuentro con la plenitud del Amor). Reconocer nuestra identidad de hijos muy amados y nuestra vocación al Amor es una clave importantísima para saber qué hacer y hacia dónde dirigir los deseos de nuestro corazón.
Los adolescentes necesitan referentes adultos que les acompañen en el camino de la vida, en la conquista de la libertad y la felicidad. No se trata de ponernos en su lugar y ocupar su sitio sino de caminar a su lado, acogiéndoles, comprendiéndoles y mostrándoles el horizonte al que somos llamados. Y, puesto que no siempre podremos caminar a su lado, es importantísimo dotarles de una brújula de cuatro valores fundamentales que orienten su vida y sus decisiones: la verdad, la belleza, el amor y el bien. Ése es el fin último de su curso, ayudar a los educadores, a través de un temario muy pedagógico y experiencial, en su labor de educar y acompañar a los adolescentes de hoy ofreciéndoles herramientas muy útiles para el aula y para el hogar.

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