Santa Teresa de Jesús de la Chantrea, 50 años de vida
El pasado 19 de marzo, en la parroquia de Santa Teresa de Jesús de Orvina se celebró una Eucaristía de acción de gracias, a las 12:00 horas, por sus 50 años de vida.
La celebración estuvo presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Pérez, y concelebrada por el párroco Julio Campillejo, el vicario parroquia, José María Calvo, y los sacerdotes don Óscar y don Chan.
A esta celebración acudieron cientos de feligreses, especialmente familias con niños, que no quisieron perderse este acontecimiento.
Antes de comenzar la celebración, el vicario parroquia, José María Calvo, realizó una monición de entrada, en la que ofreció datos de esta parroquia erigida por decreto del 20 de febrero de 1970. En mayo de 1972 se iniciaron las obras de la construcción del actual templo parroquial, que quedaría terminado en marzo del año 1973, con Conrado Cruchaga Lacasia en función de párroco y Pedro Cruchaga Goñi como Coadjutor. Pero no sería hasta el 19 de marzo de 1973, festividad de San José, cuando el Arzobispo de Pamplona, Don José Méndez Asensio, consagró solemnemente este templo de la Chantrea.
José María recordó que han sido “cincuenta años en los que la parroquia se ha convertido en un punto de referencia para el barrio y ha llegado a ser el hogar de centenares de personas que, cuando emigraron de sus pueblos de origen y después también, tuvieron aquí su casa”. Fue una parroquia construida para acoger a los cientos de fieles que comenzaban a ocupar las nuevas viviendas de la II Agrupación Orvina y que, a día de hoy, cuenta con mucha vida y actividad.
Además, recordó a todos los sacerdotes que se han ocupado de Santa Teresa. Tras el primer párroco y el vicario, se incorporó al equipo parroquial, un tercer sacerdote: el Padre Pedro María Aznárez de los Sagrados Corazones de Artajona. “Pasados los años vinieron otros párrocos: Don Javier Vesperinas, Don Ángel Gogorza, Don Jesús Mari Arbuniés, actualmente Don Julio Campillejo”.
El Arzobispo D. Francisco recordó en la homilía que “Jesucristo es la Luz del mundo y vence a las tinieblas de nuestras cegueras”. Por otra parte, recordó que estamos, desde el Bautismo, unidos a esta Luz, para lucir con nuestro testimonio.
Al término de la celebración, el Arzobispo se dirigió a los niños allí presentes y les animó a subir al altar para sacarse una fotografía. ❏
