Imposición del Palio Arzobispal a Mons. Florencio Roselló

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El domingo 6 de octubre, en la Catedral de Pamplona, tuvo lugar la imposición del Palio Arzobispal a Mons. Florencio Roselló por parte del Nuncio del Papa en España, un palio que simboliza la comunión con el Santo Padre y el servicio caritativo del arzobispo a todos los cristianos de Navarra


La Catedral de Santa María la Real de Pamplona acogió el pasado domingo 6 de octubre, a las 18.00 horas, el acto de imposición del Palio Arzobispal al arzobispo Mons. Florencio Roselló. Un palio que recibió de manos del Papa Francisco el pasado 29 de junio en la fiesta de San Pedro y San Pablo.

El Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, impuso el Palio a don Florencio, en una celebración en la que se manifestó la comunión con el Santo Padre Francisco. Concelebraron los obispos de la archidiócesis, a saber, los de San Sebastián, Logroño/La Calzada/Calahorra y el Vicario de Jaca [por encontrarse el ordinario en el Sínodo]. Junto a ellos, concelebraron el obispo de Vitoria (el navarro Mons. Juan Carlos Elizalde), el de Palencia (el también navarro Mons. Mikel Garciandía), don Alberto Vera (obispo mercedario en Mozambique), el abad de la Oliva, el provincial mercedario y cerca de 80 sacerdotes.

Numerosas autoridades participaron en la celebración, así como muchos sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos, religiosas, laicos y laicas diocesanos. Como es habitual, la parte musical corrió a cargo de la Capilla de Música de la Catedral con un grupo de metal y el órgano a cargo de Julián Ayesa.

Para tener una mayor cercanía con el pueblo fiel, el Arzobispo pronunció su homilía en la puerta de la reja. En ella, recordó el significado del palio arzobispal, “como símbolo de la misión y responsabilidad de arzobispo metropolitano en la Iglesia de Jesucristo”. Y añadió que “esta insignia representa la oveja que el Buen Pastor carga sobre sus hombros. Esta insignia sois cada uno de vosotros que me acompañáis hoy, y de los que no han venido, de Navarra y de las diócesis sufragáneas”. El arzobispo recordó que “recibir este Palio en mis hombros no es una distinción, no es un premio, es un servicio y una entrega por una Iglesia pecadora, pero perdonada, una Iglesia caída pero levantada, una Iglesia herida pero curada”, porque “ser arzobispo no es una dignidad, sino sobre todo un servicio. Estoy aquí para servir”.

Homilía del Arzobispo Mons. Florencio Roselló en la Eucaristía de imposición del palio arzobispal: https://www.iglesianavarra.org/mons-florencio-rosello/2024/10/imposicion-del-palio-arzobispal-2/
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