La misión, una experiencia trasformadora

“Existe la Iglesia para ser misionera, para anunciar el Reino de Dios y para invitar a todos al banquete de la vida”. Con estas palabras iniciaba el delegado diocesano de Misiones, Óscar Azcona, la presentación del DOMUND 2024. Un acto que se llevó a cabo en el Colegio Santísimo Sacramento de Pamplona, ante la presencia de un grupo de estudiantes y con el testimonio de la misionera María Pilar Rodríguez de Ribera.
“Id e invitad a todos al banquete” es el lema propuesto por el Papa Francisco para el DOMUND de este año. Un mensaje que abarca, como explicó Óscar Azcona, tres dimensiones. Por un lado visibilizar la labor misionera, por otro lado rezar y finalmente pedir ayuda económica para el mantenimiento de la obra del misionero.
“En el momento en el que Jesús dijo a sus discípulos “Id al mundo entero”, fue cuando nació la misión de la Iglesia. Desde entonces, todos los bautizados nos hemos de sentir misioneros, pero hay personas que lo sienten de una manera más fuerte y dedican su vida a anunciar a Jesús e invitar a todos al banquete, cuyo signo es la Eucaristía”, explicó el delegado de Misiones. “Por eso, los misioneros siempre, junto a ese anuncio de Jesús y de su Reino, realizan obras, labores, servicio y acciones que tienden a lograr una mejor calidad de vida, una vida más plena para todas aquellas personas a las que se han acercado”.
La misionera del Santísimo Sacramento y de María Inmaculada, María Pilar Rodríguez, fue la encargada de ofrecer su testimonio misionero. Una experiencia que vivió durante 12 años en Filipinas y que denominó como “una experiencia trasformadora”. Afirmó que la misión te cambia la vida y te hace darte cuenta de que “el primer anuncio, el llevar a Jesús a la gente sencilla, es mucho más fácil de lo que pensamos. Porque llegas a un lugar llena de proyectos, de sueños… y la gente solo te pide una cosa: que les acompañes, que les escuches, que vivas su realidad con ellos”. Por este motivo invitó a vivir la experiencia misionera. “Todo el que tenga la oportunidad de vivir una experiencia de misión, en un lugar más lejano y palpar en carne propia estas realidades, os animo a que lo hagáis. En cualquier estado de vida, ya sea como religioso, como sacerdotes o como laicos, porque es una experiencia trasformadora cien por cien”.
Mapi, nombre con el que es conocida esta misionera, también explicó que “durante 12 años me tocó estar en el lado del que se siente sostenido por la oración y del que reciben ayudas económicas para poder llevar adelante la misión. Ahora he cambiado de lado y aquí en Pamplona me toca volver a motivar, ayudar y orar. Aunque todos, como nos recuerda el papa Francisco, somos misión allí donde estemos”.
Finalmente, alguno de los jóvenes presentes preguntó sobre cómo saber si Dios nos llama a la misión, a lo que el delegado de Misiones contestó, con tono de humor, que no te llega un mensaje al móvil, sino que es algo que se siente en el corazón. Otro preguntó sobre las experiencias misioneras que ofrecía la Diócesis. Al respecto de esta pregunta se les aconsejó acudir a la delegación de Misiones donde se les explicaría todas las posibilidades que hay para el que quiere tener una experiencia misionera, pero fuera de la Diócesis. ❏

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