Siento la necesidad de daros gracias a todos vosotros, los fieles cristianos de Navarra. Me habéis alentado muchas veces con la reciedumbre de vuestra fe y me habéis estimulado con vuestras expectativas y sugerencias. Doy gracias también a todos los que de una manera u otra me habéis acogido y ayudado, en Pamplona, en Tudela y en tantas parroquias y pueblos como he visitado en estos años. Y doy gracias a Dios, el buen Padre del Cielo, porque me ha ayudado a ser vuestro Obispo y Pastor en estos catorce años. Estos años han sido para mí años de gracia y de gozo interior. Han sido años de intensa actividad en los que he podido sentir el gozo de servir al Señor tratando de fortalecer vuestra fe y guiar vuestros pasos por el camino de la salvación. No os olvidaré. Las distancias materiales no nos alejan cuando la fe en Jesús y el amor de Dios nos mantiene unidos en el abrazo interior del Espíritu Santo. Adiós. Hasta siempre.
Monseñor Fernando Sebastián
De la Carta de despedida a los fieles navarros. 21 septiembre 2007