“Dios te sueña a lo grande. ¿Y tú? ¿Cómo te sueñas?”

La semana pasada estaba de retiro con los sacerdotes de una de las zonas de nuestra diócesis y les planteé el tema de la vocación sacerdotal y de nuestro seminario. Uno de los curas me comentó: “el domingo pasado una mujer me dijo que querían misa en el pueblo, que enviase un sacerdote para celebrarla”. El sacerdote le contestó que “los curas vienen de nuestras familias, si hay se envía, y si no hay no se puede enviar”. Ya nos los dijo Jesús: “la mies es mucha y los trabajadores pocos” (Mt. 9, 37)
Esta es nuestra realidad: demandamos sacerdotes para nuestras celebraciones, pero nos falta generosidad. Queremos sacerdotes para nuestro pueblo, pero nos cuesta que nuestros hijos, hermanos o amigos, se planteen la vocación sacerdotal y digan sí a Dios.
A veces vivimos nuestra fe desde la contradicción. Pedimos sacerdotes, pero nos cuesta entregarlos de nuestras familias. Queremos tener la misa en nuestro pueblo o en nuestra parroquia, pero queremos que el sacerdote venga de fuera. Hay jóvenes que reciben la llamada de Dios, pero viven apegados a los bienes de este mundo, que los han convertido en ídolos. “El joven rico abatido por las palabras de Jesús, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes”. (Mc. 10, 22). No es fácil responder sí a Dios.
Me gustaría tener el sueño de José (Cf. Mt. 1, 20) donde el Señor le muestra el camino a seguir y las decisiones a tomar. Que no es otra cosa que acompañar a María en su decisión de ser la madre de Jesús. Un sueño clarificador y tranquilizador para José. “Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer” (Mt. 1, 24).
Sueño con una Iglesia generosa, donde se responda a la llamada de Dios con generosidad y alegría. Sueño con una Iglesia en salida, donde se invite a unirse al proyecto de Jesús de anunciar el evangelio por todo el mundo (Cf. Mc. 16, 15). Sueño con una Iglesia que no tenga miedo, que se comprometa con la sociedad en que vivimos. Sueño con una Iglesia que responda con generosidad a la llamada de Dios. ¡Sueño tantas cosas…!
Queridos hermanos y hermanas que vivís vuestra fe en nuestra iglesia de Pamplona y Tudela, ¡os necesito!. ¡Familias, necesito vuestra generosidad para dejar que vuestros hijos digan sí a Dios! ¡Jóvenes, necesito vuestro sí al proyecto ilusionante de Dios!. El otro día hablaba con un sacerdote, que lleva bastantes años de ministerio y que atiende muchos pueblos, y me decía “¡me siento feliz siendo sacerdote y atendiendo a la gente!”. Queridos jóvenes, queridas familias, este es el premio de vuestra generosidad: LA FELICIDAD.
Os escribo esta carta con motivo de la celebración del Día del Seminario, de nuestro Seminario de Pamplona y Tudela. Y el lema es el que encabeza esta carta, por eso mi pregunta es: ¿cómo sueñas nuestra archidiócesis?, ¿cómo sueñas nuestros sacerdotes?, ¿cómo sueñas el futuro de nuestra Iglesia? Todos tenemos derecho a soñar, pero ¿qué hago yo para ver cumplidos estos sueños?.
El Día del Seminario es el 19 de marzo, pero siempre se celebra en domingo. Este año el día del Seminario será en torno al domingo 17 de marzo. Al coincidir con la segunda Javierada, en cada parroquia se celebrará en torno a estos días, siempre que sea favorable para que nuestro mensaje de sensibilización y colaboración llegue más a la gente.
Os pido vuestras oraciones por los seminaristas que hay en nuestro Seminario y por los jóvenes que en estos momentos se están planteando la llamada de Dios. Pero también necesitamos vuestra colaboración económica, para facilitar y ayudar a la formación de los futuros sacerdotes. El pasado año la colecta del Día del Seminario ascendió a 142.206,41€. ¡Muchas gracias!
Llevo poco más de un mes como Arzobispo en esta diócesis y sigo soñando con cada una de las realidades que voy conociendo. Pero, para que estos sueños sean realidad necesitamos sacerdotes, que antes son seminaristas que se forman en nuestro seminario. Te pido que sueñes conmigo la diócesis que quieres y que necesita nuestra Iglesia de Pamplona y Tudela. Y tú, ¿qué vas a hacer para ver realizado tu sueño? ❏

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