¡Un abrazo fraterno a todos! A unos días de mi ordenación episcopal y comienzo del ministerio pastoral para esta Diócesis de Pamplona y Tudela quiero llamar y convocar a esta Iglesia, como lo hacéis desde hace 84 años, a peregrinar hacia el Castillo de Javier. Voy viendo las profundas raíces cristianas que tiene esta Iglesia del santo misionero.
El próximo día 4 de marzo comenzará la Novena de la Gracia en honor al patrón universal de las misiones, nuestro querido San Francisco Javier, que se prolonga hasta el día 12. En esos días podemos acercarnos, una vez más, no sólo a la cuna del santo misionero, sino acercarnos al testimonio de su vida. Un testimonio que nos debe alentar e interpelar en nuestra vida cristiana. La vida y el testimonio de San Francisco Javier nos habla de estar en camino, de vivir en salida hacia los demás para anunciar con palabras y obras el gozo y la alegría de la fe y el Evangelio que colma el corazón del ser humano. Así nos lo va pidiendo el papa Francisco en tantas ocasiones.
Bien sabéis que es en el marco de esta novena y en el primer fin de semana tras su comienzo, cuando nos toca hacer la primera Javierada que, por este motivo, tendrá lugar el domingo 10 de marzo. Al siguiente fin de semana, el sábado día 16, tendremos la segunda convocatoria de estas Javieradas 2024.
Como un eco de lo que las Obras Misionales Pontificias nos animaban en la celebración del Domund 2023, os propongo que seamos “Corazones en camino”. En este lema recogemos la esencia de la Iglesia tal y como nos enseña el Concilio Vaticano II. La Iglesia es una misión para alcanzar la comunión y desde esta comunión es enviada a anunciarla y lograrla.
Me dicen que esta pastoral de la Iglesia en Navarra convoca a miles de personas, no sólo de esta Comunidad sino de otras iglesias hermanas que viven este encuentro como una instancia de vivencia cristiana y de evangelización entre los jóvenes. Pido a Dios que haga fructificar estos deseos e intenciones.
También me dicen que hay otras muchas razones, quizá no tan espirituales, por las que los corazones, las personas, se ponen en camino hacia Javier: tradición, deporte, amistad… Que todas las motivaciones de quien se pone en camino nos hagan sentir que estamos llamados a formar un solo corazón. Como os decía en mis primeras palabras, el día de mi ordenación, no es posible que existan dos sociedades. Es más lo que nos une que lo que nos diferencia y siempre hay razones para unirnos los unos a los otros, pues éste es el deseo de Jesús, que todos sean uno.
Todas las personas que quieran venir son bienvenidas. Javier ha de ser una casa para todos. Yo quiero ser el obispo de todos, también soy enviado a aquellos que no vienen con la motivación más puramente cristiana. Si no tengo amor no soy nada. Ésta es la verdad que hemos de transmitir y vivir como Iglesia. Que las Javieradas sean un espacio real para fortalecer el amor, que es el proyecto esencial del Reino de Dios.
Os espero en el camino y en Javier para vivir la comunión, la fraternidad y la amistad que nacen de la fe. Así podre estar más cerca de vosotros y conoceros un poco más.
Gracias por vuestra sincera acogida. Os acojo a todos en mi corazón y mi oración. ❏

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