24 Mayo 2024 Fiesta de Mª Auxiliadora. D Florencio Roselló en el Colegio de los Salesianos. Pamplona. Foto: MA Bretos

Homilía pronunciada por el Arzobispo don Florencio Roselló, el pasado 24 de mayo, en la capilla del Colegio de los Salesianos de Sarriguren, con motivo de la celebración de la fiesta de María Auxiliadora.

Queridos salesianos, laicos y amigos que nos alegramos en la fiesta de María Auxiliadora.

Esta tarde estamos de fiesta. María, como buena madre nos convoca y reúne. Su nombre nos inspira confianza, seguridad. Es María Auxiliadora, la que nunca falla, la que siempre está cuando otros se van. La grandeza de María Madre está en las actitudes que despliega para con sus hijos. Hoy, San Juan Bosco nos regala a María Auxiliadora, para que nos rescate y apoye en los momentos de debilidad. María, la que no abandona, que no falla, y nos lo muestra estando al pie de la cruz, cuando todos abandonaron. María es el regalo más preciado que nos hace Jesús en la cruz. Y María auxiliadora es el regalo que nos hace la familia salesiana a la Iglesia.

María es presentada en la primera lectura del apocalipsis como “una figura portentosa en el cielo, una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada de doce estrellas” (Ap. 12, 1). Esta Madre es para la iglesia, los salesianos y los jóvenes pobres y marginados, María auxiliadora. Ella emerge como una nube en la conciencia de cada creyente, especialmente de aquellos que ponen su vida en manos de Nuestra Madre. Los pobres, los jóvenes en situación de exclusión necesitan a María “portentosa”, a una mujer “en un pedestal”, “coronada”, porque su vida ha sido de humillación y de fracaso, y eso nos lo da María Auxiliadora. Para muchos pobres, mucha gente que me he encontrado en la cárcel tiene a María, la Madre, como la más grande, como la madre que no tienen cerca, a la que acuden para que les auxilie.

Don Bosco y toda familia salesiana nos regala, a través de María Auxiliadora, un proyecto de vida para el mundo de los jóvenes. Un proyecto que nos haga soñar, como dijo el Papa Francisco a los salesianos “¡Sueñen y hagan soñar!” (17 marzo 2020). Los pobres sueñan mucho pero casi nunca se cumplen sus sueños, su vida es fracaso, sin horizonte ni proyecto de vida. Les cuesta imaginar un futuro positivo y de esperanza, cuando todo ha sido fracaso y marginación. La vida de muchos jóvenes está marcada por la frustración y la derrota vital y social. También fracaso escolar. No hay futuro, no hay motivación, y se abandonan a conductas, que muchas acaban en la cárcel o el cementerio.

La segunda lectura de S. Pablo a los Gálatas, contienen unas palabras de esperanza que son claves en María Auxiliadora. La primera palabra es rescatar, que nos habla la lectura, la segunda es “ya no eres esclavo, sino hijo”, es decir liberar. Y eso es lo que nos trae hoy la fiesta de María Auxiliadora, rescatar y liberar a tanta gente que necesita gestos de libertad, gestos de acompañamiento, gesto de redención. María es la que rescata, la que me trata como hijo, nunca como esclavo, y eso me hace recuperar mi dignidad de personas. María auxiliadora humaniza la relación de sus hijos.

María Auxiliadora, Don Bosco y toda la familia salesiana siguen trabajando por hacer realidad los sueños de mucha gente que nunca ha tenido sueños. Pero sobre todo esta fiesta nos empuja a cada uno a ser también auxiliadores como María, a proteger, ayudar y acompañar a los más vulnerables de nuestra sociedad. Participar en esta eucaristía es salir comprometidos a auxiliar. Asistir a esta celebración es convivir y comulgar con los planteamientos de la familia salesiana de auxiliar, de apoyar y liberar. Hoy salimos de esta fiesta comprometidos por construir un mundo mejor, por dar a los jóvenes el espacio que merecen.

María es la Madre que está pendiente de todo. En el evangelio vemos a María en las bodas de Caná, con su hijo, y no tienen vino. María sensible a las necesidades de las personas les dice “no tienen vino”. María quiere colaborar en la fiesta y por esto persuade a su hijo, aunque este no esté de acuerdo, pero al final atiende a su madre. María es humana, tiene detalles, está pendiente de la gente. María Auxiliadora es la que se preocupa por nosotros, para que nuestra fiesta sea completa. Pero siempre nos remite a Jesús, ella no es la protagonista, por eso dice en el evangelio de las bodas de Caná “haced lo que él os diga”. El Hijo es el que tiene la luz para iluminar.

El Papa Francisco describe muy claramente el carisma salesiano cuando dice, «Don Bosco “descendía a las calles, entraba en las canteras, en las fábricas y en las cárceles y allí se encontraba con chicos abandonados, a merced de los patronos sin escrúpulos. Llevaba la alegría y la sanación del verdadero educador a todos los muchachos que arrancaba de la calle y que encontraban en Valdocco un oasis de serenidad y el lugar en el cual aprendían a ser ‘buenos cristianos y ciudadanos honestos’”, continúa el Papa Francisco.

Animo a la familia salesiana a que a través de la educación trabaje en prevención. Que ayude a muchos jóvenes encauzar su vida, a construir personas libres y responsables. Que vuestros colegios y centros de formación ayuden a todos, especialmente a los que menos oportunidades tienen en la vida. La educación es clave para la prevención. “Abrir escuelas y se cerrarán cárceles”, es la frase pronunciada en 1867 por una gran mujer, Concepción Arenal, que luchó por la dignidad de las personas presas, para mejorar sus condiciones de vida (consiguió que en cada celda solo hubiera una persona) y peleó para la reinserción de estos en la sociedad en lugar de …

Hoy, de manera especial pedimos que María, auxilie a tanta gente que no tiene hogar, a personas que están en prisión o salen sin un proyecto de vida, a inmigrantes que arriesgan su vida por un futuro mejor. Pedimos a María que auxilie a tantos niños que no les dejan nacer. A enfermos que sufren en soledad la enfermedad. Hoy tú, María como mujer, te pedimos que auxilies a tantas mujeres que son víctimas de violencia de género, o víctimas de trata y explotación sexual. A víctimas que se les han conculcado sus derechos humanos.

Esta tarde quiero hacer mía la conclusión del Papa Francisco cuando dice a los salesianos: La conclusión del Papa es casi un himno a Don Bosco y a sus sueños para los jóvenes, y en particular para los más necesitados: “Sueñen con casas abiertas, fecundas y evangelizadoras, capaces de permitir que el Señor muestre su amor incondicional a muchos jóvenes y que les permita disfrutar de la belleza a la que han sido llamados. Sueñen… Y no solo para vosotros y para el bien de la Congregación, sino para todos los jóvenes privados de la fuerza, de la luz y de la consolación de la amistad con Jesucristo, privados de una comunidad de fe que los sostenga, privados de un horizonte de sentido y de vida (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 49). ¡Sueñen… y hagan soñar!”.

Agradezco a los salesianos todo el trabajo que realizan y que de alguna manera ayudan también a la diócesis. Sois respuesta a otro modelo educativo, a otro modelo de enseñanza. Estáis abriendo caminos a muchos jóvenes que no encajan en otros modelos y vosotros les abrís la puerta de la oportunidad. Sois auxiliadores de mucha gente que sin vosotros se hundiría. La diócesis os da las GRACIAS con mayúsculas.

 

+ Florencio Roselló Avellanas, O. de M.

Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela

Comparte este texto en las redes sociales
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad