¿Has marcado ya la X en tu declaración de Renta? ¡A qué esperas!

Sí, a qué esperas, te decía en el titular de esta carta. Estamos en plena época de declaración de la renta. Además de ser un ejercicio de responsabilidad ciudadana, es también en ejercicio de responsabilidad cristiana. Los creyentes, como cualquier ciudadano estamos llamados, no me gusta la expresión, estamos “obligados”, porque quita valor a nuestra decisión, a declarar según nuestros bienes y nuestros ingresos. Para que, con ello, la administración pueda hacer realidad la comunión de bienes, también en política. Y entre otros construir una sociedad española más justa y más solidaria. Es importante remarcar que quien más tienen colaboren con los que menos tienen, así de sencillo y así de claro. No hacer la declaración de la renta va contra la moral y la doctrina social de la Iglesia, pues nos recuerda que es “un deber de solidaridad” e instrumento para el desarrollo.
En esta declaración de renta, el gobierno actual, y los gobiernos anteriores, nos permiten que seamos dueños del destino de parte de nuestros impuestos. Esto parece una utopía, pero es así. Tenemos la posibilidad de que parte de lo que pagamos a hacienda vaya destinado la Iglesia católica. Hay una casilla que pone “Iglesia católica”, marcando esa casilla con una X podemos decir qué parte de lo que tengo que pagar se destine a los fines o necesidades de la Iglesia. Hay otra casilla que dice “otros fines sociales” que también puede ser destinataria de nuestros impuestos. Es decir, hay otras entidades, católicas o no católicas, que también trabajan por el bien común de nuestra sociedad, que pueden recibir parte de nuestros impuestos. Es decir, que podemos marcar “dos X”, para ser más solidarios.
Es importante también desmontar bulos, tan de moda hoy esta palabra, pues poniendo la X a la “Iglesia Católica” y a “otros fines sociales”, no pagamos más, pagamos igual que si no pusiésemos la X en ninguna de las dos casillas. Eso significaría que sería el gobierno quien administraría ese dinero que nosotros no hemos destinado a ningún fin. Pero poniendo la X estamos siendo dueños del destino de parte de nuestros impuestos.
¿Por qué os comento que hay que poner la X a la Iglesia católica? Primero por nuestro compromiso y responsabilidad como creyentes. Ser solidarios, a través de la X, es vivir el evangelio, es ser iglesia en salida y es ser iglesia misionera como nos habla el Papa Francisco. Y en segundo lugar porque estamos en el plazo para poder presentar la declaración de la renta, que va desde el 3 de abril al 1 de julio de 2024. ¡Recuerda bien estas fechas!
Algunos creyentes de Navarra que me estáis leyendo me diréis, ¡yo no hago declaración de renta!, tengo unos ingresos muy bajos y no estoy obligado. Es cierto, los que no lleguen al mínimo no están obligados, aunque se podría hacer. Pero no olvidemos que muchos lectores de “La Verdad” tenéis hermanos, hijos, nietos, sobrinos, que sí tienen que hacer la declaración de renta y existe el riesgo de que por desconocimiento, por dejación, por dejarlo todo en manos del gestor no caigan en la cuenta de que pueden poner la X en favor de la Iglesia Católica. Y ahí entras tú, para que se lo recuerdes, para que le animes, para que le hables de la responsabilidad que tenemos con los pobres, con las obras sociales que atiende la Iglesia Católica a través de los ingresos mediante la X.
Con cierta pena escribo esta carta, pues apenas llevo 100 días en Pamplona, y me comentan que la aportación de Navarra a la X de la declaración de renta ha descendido en los últimos años. Nuestra Comunidad Foral, nuestra Iglesia diocesana, que siempre fue modelo de solidaridad, de compromiso, de misionera, va perdiendo ese ejemplo de solidaridad con los que menos tienen.
Durante muchos años he trabajado con los pobres, con la gente que estaba en la cárcel y luego salía en libertad y necesitaban ese “empujón” de la Iglesia para volver a normalizar su vida en sociedad. Y el dinero de la X nos ayudaba a devolver a hombres y mujeres a la sociedad y a que pudiesen comenzar una nueva vida. La X de hacienda ha devuelto a mucha gente a la sociedad y también… a la Iglesia.
No te olvides de poner la X en la declaración de renta, ¡a qué espera! ❏

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