Visita pastoral del Arzobispo a Carcastillo, Murillo del Fruto y Figarol
Durante tres días, Mons. Francisco Pérez realizó la visita pastoral a las localidades de Carcastillo, Murillo del Fruto y Figarol, donde contó con la cercanía y el cariño de los vecinos.
Carcastillo, Murillo del Fruto y Figarol. Nuestro Señor Arzobispo, Mons. Francisco Pérez, realizó la visita Pastoral a Carcastillo, Murillo el Fruto y Figarol durante los pasados días 13, 14 y 15 de diciembre.
La visita estuvo apretada en agenda y en horarios. Son tres pueblos grandes con muchas instituciones y realidades que visitar. En primer lugar, el viernes tras celebrar la Eucaristía diaria de las 9 de la mañana en Murillo el Fruto estuvo con los niños de la escuela. Un encuentro muy hermoso donde los niños le preguntaron muchas cosas acerca de la vida de un Obispo. Como reza, su horario de cada día, qué hizo como Obispo antes de ser nombrado Arzobispo de Pamplona, que le dijo Juan Pablo II cuando se ordenó de Obispo… al término una niña de 11 años nos sorprendió a todos pidiendo recibir de él el sacramento de la Reconciliación. Después visitó el ayuntamiento de Murillo y pasó al plato fuerte de la mañana: La visita al instituto de Carcastillo. Fue recibido en primer lugar por el director y el claustro de profesores, y después recibió en dos sesiones a los alumnos. Primero a los de primaria y después a los de la ESO. En los dos casos pasaban de 150 alumnos. Con los más pequeños las preguntas eran muy sencillas y le pudieron mostrar, así su cariño. A los de las ESO les invadían preguntas más interesantes: ¿Qué le digo a uno que no cree? ¿Cómo puedo vivir mi fe cuando mis amigos no van a Misa? Partiendo de que quisimos que las preguntas no estuviesen preparadas el encuentro resultó muy interesante. Al final les dio un mensaje muy claro: “Huid de las drogas. El aborto es matar a un niño inocente y las relaciones sexuales no son un juego que yo uso a mi conveniencia sino algo hermoso querido por Dios para expresar el amor y dar vida”.
De ahí Don Francisco se desplazó al Ayuntamiento de Carcastillo donde fue recibido por el Alcalde y casi toda la corporación.
Por la tarde fue uno de los momentos más bonitos. La visita a la comunidad monástica de la oliva. La comunidad con el P. Abad recibió a Don Francisco en la puerta de la Iglesia Abacial, donde besó el lignuncrucis y asperjó con agua bendita a la comunidad. En procesión entonando la antífona gregoriana de entrada del Obispo nos desplazamos al presbiterio de la Oliva para rezar el rezo de Nona. Una vez cantada la hora menor fuimos a la sala capitular donde Don Francisco tuvo un encuentro con la comunidad. De todas las preguntas destaco una: ¿Qué papel tiene el monje y la vida monástica en la nueva evangelización?, a lo que Don Francisco respondió animando a la autenticidad de la vocación contemplativa como intercesores ante Dios, testigos privilegiados de su presencia silenciosa y amorosa y ser como monasterio, acogedores de los cristianos que entre sus muros buscan el encuentro profundo con Dios.
Posteriormente dedicamos a ver empresas. Don Francisco visito a los trabajadores de dos empresas en Carcastillo y una en Murillo. Por último tuvimos la acogida en los dos pueblos donde el Arzobispo tuvo ocasión de dar sus primeras palabras de agradecimiento por la acogida y de saludo. Dando su bendición en el nombre del Papa Francisco de quien traía su saludo y su afecto. A la noche tras la acogida Don Francisco se reunió con los catequistas y el consejo pastoral de Carcastillo. Un momento interesante para expresar inquietudes y recibir el ánimo y el apoyo del Pastor de la Diócesis.
El sábado por la mañana lo dedicamos a Figarol. Visitó la cooperativa, estuvo con algunos enfermos en sus casas y celebramos la Eucaristía a las 12 en la iglesia parroquial de Figarol. Un pueblo limítrofe con Aragón, con muchas raíces Aragonesas y de profunda fe en la Virgen de la Plana patrona del pueblo. A ella le honramos en la Eucaristía. Al finalizar y tras saludar a las autoridades tuvimos una comida de hermandad con el pueblo. Ambiente festivo y alegre en torno a nuestro Obispo donde los fieles de Figarol le mostraron su alegría y su afecto.
La tarde del sábado nos desplazamos a Murillo para tener el plato fuerte de su visita. Primero el responso por los difuntos, algunos muy recientes, y después visito casa por casa a un buen número de enfermos. A las 6 celebramos la Eucaristía en Murillo el Fruto. El coro, los catequistas y los niños del pueblo participaron. No pudo faltar el canto de Murillo a la Virgen de Ujué. Les animo a estar alegres. Pero la alegría nacida no de nuestros triunfos sino de la certeza de que el Señor está con nosotros. Celebrábamos ya el Domingo de Adviento. Después tuvimos un encuentro con los fieles del pueblo para tener un dialogo fraterno con él.
Y por último el domingo tocaba Carcastillo. Comenzamos con la visita a los enfermos de la residencia de ancianos. Y después la visita, casa por casa, a otro gran número de enfermos. Don Francisco les entregaba una bendición episcopal y un Rosario del Papa Francisco. Y a las 12 fue la Misa en la parroquia. Una vez más cantada por el coro y en la que participaron los chavales de catequesis. Don Francisco reflexionó sobre la paciencia y la alegría como dos grandes virtudes de la vida cristiana. Al finalizar todos pudieron saludar a Don Francisco en un momento de dialogo y encuentro en un salón de la parroquia.
Y con el responso en el cementerio de Carcastillo y en el del monasterio de la Oliva se dio por finalizada esta intensa visita de Don Francisco. El pueblo de Dios quedó reconfortado y animado por la presencia de su pastor para seguir siendo testigos y apóstoles del Señor resucitado. Esta es nuestra tarea. Que así sea.
Alfredo Urzainqui, párroco