Bodas de oro sacerdotales de D. Paco Villanueva

villanueva1Conocido es de todos el cariño y la sensibilidad que don Paco Villanueva siente y demuestra por la música, sobre todo la música sacra. En todas las parroquias que ha estado ha creado un nutrido coro que ha perdurado en el tiempo como lo confirmar el coro de Etxarri y el nuestro de La Asunción.

Pamplona | F. J. Merchante. El primer acto de homenaje fue un concierto. Los hermanos Alfonso y Ricardo Zoco Lampreabe, acompañados de Miguel, hijo de este último, ejecutaron ocho piezas al órgano, trompeta, flauta de pico y trombón tenor, que sabíamos que emocionaban fuertemente a D. Paco. Se interpretaron obras de: H. Purcell, P.G. Battista Martini, G.F. Handel y J. S. Bach, músicos pertenecientes al Barroco y de J. Brahms, E. Elgar, L. Boëllmann, J. Sibelius y J. Alain, estos músicos de los siglos XIX y XX. El Ave verun de J. Brahms y las Litanies de J. Alain casi nos hacen gritar un: Santa Virgen de la Vírgenes, Ruega por nosotros”.
El segundo momento fue la “Oración por la vida consagrada”. Se inicia con el canto: “Señor, ¿quién puede estar en tu presencia para adorar? El de manos limpias y corazón puro que ame a sus hermanos y a su Creador”. Puestos ya en presencia del Señor, D. Ángel nos explica los distintos métodos de oración deteniéndose en la oración contemplativa y, coro y pueblo seguimos desgranando estrofas de este canto: Señor, “dame manos limpias y corazón puro que sepa alabarte y todos amar”. Señor, “acéptame pobre, bendice mi esfuerzo, perdona mis culpas, enséñame a amar”. Ahora D. Ángel nos habla de ese “don” que es para la Iglesia la oración de esas personas que consagran su vida a rezar por todos los demás. Iniciamos el momento central oyendo, rezando y meditando con frases y poemas de cuatro místicos intercalándolos con diversos cantos de Taize. En primer lugar Santa Teresita del Niño Jesús, que con solo 24 años es doctora de la Iglesia; y como ella le dijimos al Señor que: No poseemos el valor para buscar plegarias hermosas en los libros y al no saber cuál escoger actuamos como los niños diciéndole al buen Dios simplemente que lo necesitamos. Y siguió el “Vivo sin vivir en mí” de Santa Teresa, y el hermoso canto de “Nada te turbe, nada te espante…”.

San Francisco de Asís nos toca el corazón con “Haz de mi un mensajero de tu paz” y haciendo mención al “Cantico de las creaturas” entonamos “Señor, Dios nuestro que admirable es tu nombre en toda la tierra”. Terminamos nuestra oración con el poema de San Juan de la Cruz: “Qué bien sé yo de la fonte que mana y corre aunque es de noche”. Hermosa metáfora donde mostramos nuestra seguridad en la “fonte”, el Señor, a pesar de la “noche” de nuestra fe oscura y cantamos, porque el que canta dos veces reza: “De noche iremos, de noche, que para encontrar la fuente sólo la sed nos alumbra, sólo la sed nos alumbra”.Terminada la oración nos unimos a la Eucaristía de la tarde.

villanueva2El último acto ha sido “la Misa de acción de gracias”. Media hora antes de la Misa varias personas iban repartiendo a los asistentes unos símbolos, el “ictis”, la fachada de la Iglesia, rosas hechas a ganchillo, cruces, palomas,… y, aun faltando unos cuantos minutos para empezar la Eucaristía, la Iglesia estaba a rebosar de gente que se unía a don Paco en su gracias al Señor por sus 50 años de sacerdocio. Una feligresa, Mª Teresa, hace la monición de entrada en el que muestra nuestro agradecimiento a don Paco por los largos años de servicio en esta misma parroquia. Todos sabemos de sus muchas horas, a tiempo y a destiempo, que ha invertido gratuitamente –por amor– en esta comunidad parroquial: coro, catequesis, despacho, atención a todos los grupos, enfermos,… y sobre todo en las celebraciones litúrgicas. Le damos gracias a él y también a cuantos han colaborado en las tareas que hacen crecer el ánimo y apoyo en la vida de tantas personas en sus alegrías y desalientos.

Con los acordes del “Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal” se inicia la Eucaristía y se nos pone un nudo en la garganta de emoción. Siete sacerdotes a acompañan a don Paco en el altar y más de setecientas personas le arropamos, sin contar la gente que ocupaba el coro por falta de espacio en la nave. Toda la Eucaristía fue extraordinaria pero el Ofertorio fue especial. No se presentaron los objetos habituales sino personas: una niña, Andrea, para simbolizar la fragilidad, la entereza, la vitalidad y la alegría de los niños…; un matrimonio mayor que representa toda una vida enriquecida por la unión de sus fuerzas, vida de aguante y apoyo, de perdón y respeto, de sinceridad y confianza…; una misionera, Rosa, que nos muestra una vida llena de coraje, entrega, compromiso, renuncia e inmensa alegría…; se acercan dos chicas del coro, representan la música tan importante en nuestra parroquia, que nos lleva a la oración y expresa lo más profundo del corazón…; y como la naturaleza humana se cobra su triunfo y nos va desposeyendo de todo, se acerca una anciana, ella representa los sufrimientos y la soledad y también la esperanza en la misericordia del Señor. Todos han llevado en sus manos diversas ramas con las que se compuso un hermoso centro. Y por supuesto el pan y el vino que representan el trabajo y el esfuerzo del hombre y la generosidad de los cristianos que comparten sus bienes con los que menos tienen y que fueron presentados por Ismael y José Mari, dos octogenarios que han dedicado muchísimos años de su vida a la Asunción. Sigue la Misa con un emocionadísimo gesto de la Paz, una comunión multitudinaria, un hermoso ramo de rosas blancas para la Virgen que trajeron los más peques de la catequesis, el canto de “¡que hermosa sois, oh Madre Inmaculada!”, el “Tu es Petrus” y el emocionadísimo gracias de D. Paco a todos los presentes al recibir la estola y la casulla blanca que le regalamos.

Sigue un “mini concierto” que dirige el propio don Paco en el que destacamos por su emoción: “Por un no sé que” con versos de S. Juan de la Cruz y el “Aita gurea” del padre Madina. Un lunch para todo el barrio en la que todos aportamos algo y una comida en el Iruña Park cerraron este hermoso día. Sólo queda decir: ¡Gracias don Paco por los años que has estado al frente de La Asunción.

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