Abierto el Año Santo Jubilar de Roncesvalles

El pasado sábado, 18 de julio, a las seis de la tarde, tuvo lugar la Misa de apertura del Año Santo Jubilar de Roncesvalles, concedido por el Papa Francisco con motivo de los 800 años de la consagración de la Colegiata de Roncesvalles.

Fue una Misa presidida pro el Señor Arzobispo, Mons. Francisco Pérez, y concelebrada por el Deán de la Catedral de Pamplona, Carlos Ayerra; el Abad del Monasterio de San Salvador de Leyre, Juan Manuel Apesteguía; el Vicario de Fe y Cultura, Santiago Cañardo; el Arcipreste de Pamplona-Roncesvalles, Alfredo Urzainqui; el Párroco-Prior de Roncesvalles, Bibiano Esparza; y varios sacerdotes más.

La emotiva celebración, a la que acudieron numerosos fieles, peregrinos y autoridades, todos ellos guardando las medidas de seguridad, comenzó con el himno de Navarra mientras en procesión entraban los celebrantes.Durante la homilía, don Francisco recordó que el Jubileo que ese día se abría tenía una sola finalidad: «Reconciliarnos con Dios y con los hermanos. No hay gozo mayor en la experiencia humana que sentirse amado y perdonado». También recordó que «en estos momentos en los que el ser humano parece arrogarse que él lo sabe todo y lo domina todo, se encuentra despojado de si por medio de un virus que se ensaña sin medida. Todos queremos que desaparezca cuánto antes y así será con el tiempo, pero tal vez esto nos puede hacer reflexionar y entender que somos vulnerables y muy limitados. Esta pandemia sobre todo nos conciencia que somos seres humanos que hayamos, en la raíz de nuestra propia naturaleza humana, una gran limitación. El Jubileo de Roncesvalles tiene esta finalidad y es la de reconocernos débiles y pecadores». Y afirmó que «este Jubileo de Roncesvalles ha de ayudarnos para mostrar que la vida cristiana es la mejor opción en el camino de la auténtica humanización que hoy ansía la sociedad». Explicó que «el Jubileo tiene como consecuencia ganar la indulgencia plenaria o parcial que limpia las manchas que deja el pecado» y para ello debemos sentirnos pecadores, arrepentirnos, acercarnos al Señor a través de la Comunión sacramental de la Eucaristía, estar en comunión con la Iglesia y rezar un Credo por las intenciones del Papa Francisco.

Tras la celebración, se ofreció un concierto, en la misma colegiata, a cargo de las Corales Auzperri, de Espinal, Orreaga, de Aezkoa, y grupo Zorongo. Posteriormente, los asistentes pudieron disfrutar de una visita a las dependencias colegiales y Museo.

A partir de ahora, durante todo este año, se podrá disfrutar de numerosas actividades, tanto religiosas como culturales. La próxima tendrá lugar el próximo 25 de julio, día de Santiago, donde se celebrará una Solemne Eucaristía en memoria de las víctimas de la pandemia de Covid-19.

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