Fundación Familia de Belén, La huerta ecológica que surge del Evangelio

En el año 2015 nació la Fundación Familia de Belén, una fundación basada en el Evangelio cuyo objetivo es ayudar a las personas en riesgo de exclusión social a incorporarse a la sociedad a través de una recuperación de valores cristianos, de hábitos y una actividad profesional. Para conocer un poco más de cerca esta iniciativa hablamos con dos de sus voluntarios, Izaskun Baltanás e Iker Ilzarbe.


¿Qué es la Fundación Familia de Belén?
La Fundación nace del Evangelio y lo que pretendemos es, a través de la formación integral de la persona, dar una oportunidad, una formación laboral a través de la agricultura ecológica a personas en riesgo de exclusión social. Queremos fomentar la integración social a través del trabajo en las huertas. Todo esto se hace a través de una persona que la Fundación tiene contratada, que es un trabajador social. Desayunan con ellos, realizan diferentes actividades, hablan, y se hacen controles periódicos de sustancias para ver que el avance sea real, porque no se trata de que vengan a la Fundación a cultivar y pasar el rato, sino que se busca que salgan a delante, una reinserción como ya hemos logrado con alguno. Y luego está el tema de las huertas y la formación, en la que nos ayuda Karrakela.

¿Cómo surgió la idea de fundar este proyecto?
La idea surgió del entorno de Bocatas Navarra, al ver que hay personas con posibilidades reales de hacer algo más y poder salir por si solos adelante. Un grupo de voluntarios de Bocatas Navarra, que se dedican a repartir bocadillos, café y cariño entre las personas sin hogar o en riesgo de exclusión social, vio la necesidad de hacer algo más por algunas de esas personas, por las que veían que tenían intención real de salir adelante. Así surgió la fundación familia de Belén, con el objetivo de ayudar a esas personas a aprender un oficio para que el día de mañana puedan trabajar y ser independientes. Somos dos fundaciones diferentes, Bocata y Familia de Belén, pero que mantenemos mucho contacto.

¿Cuáles son los principios en los que se basa la Fundación Familia de Belén?
El principio fundamental es el Evangelio. Aunque se busca la integración de las personas, el principio fundamental de la fundación es acercarles a Cristo, darles a conocer al Señor. Y a partir de ahí, si conseguimos integrarles o darles una formación para empezar a reconstruirles desde dentro, porque muchos vienen con la vida totalmente destrozada, bien venido sea.
El día empieza con el desayuno en la parroquia de San Pedro de Mutilva y después, en torno a las 9 de la mañana, se van al templo a leen el Salmo y el Evangelio del día, lo comentan y después tienen el rito de las monjas de Lerma, unas peticiones y ya se ponen con lo que toque, o formación teórica de agricultura, cómo hacer un currículum, habilidades sociales, etc.

¿Cuándo surgió?
Surgió en febrero del año 2015. Tenemos nuestra sede en la parroquia de Mutilva y nuestro consiliario es Jesús María Arbuniés, el párroco de San Pedro de Mutilva. En torno a la fiesta de San Isidro suele venir un sacerdote a bendecir las huertas y hacemos una chistorrada con los seminaristas.

¿Dónde tenéis las huertas?
Actualmente ya solo contamos con la huerta que nos ha cedido el Seminario de Pamplona. Para complementar los productos de nuestras cestas contamos con la colaboración de la cooperativa Karrakela, que también ayudan en la formación de agricultura ecológica. Hemos querido hace agricultura ecológica para diferenciarnos un poco del resto, ofrecer algo muy actual y de alguna forma colaborar con la ecología y el medio ambiente.

¿A qué personas ayuda Familia de Belén?
Ayudamos a personas que acuden a nosotros y a personas que conocemos y que están en riesgo de exclusión. La gran mayoría vienen porque les conocemos, conocemos su realidad y vemos que tienen ganas y posibilidades de salir adelante. Ahora mismo hay 6 personas, pero han pasado por la fundación más de 20. A la hora de aceptarlos como alumnos, tenemos un formador que les hace una entrevista previa, en donde ve su disponibilidad, ya que hay mucha gente que no es capaz de llevar un horario o de seguir unas normas. Además, conocer sus hábitos, sus necesidades, etc.

¿Cuántas personas están dentro de este proyecto?
Actualmente hay 15 personas trabajando en el proyecto, entre patronos y voluntarios.
¿Por qué el nombre de Fundación Familia de Belén?
Porque pensamos que hace 2000 años San José y la Virgen María, cuando iban en busca de posada, se vieron en una situación muy complicada y lo pasaron mal. Es una forma de dar acogida al peregrino, al necesitado. Y además, tratamos de ser una familia para este tipo de personas que vienen a nosotros y que se encuentran en una situación muy precaria.

¿Cómo se puede colaborar con esta fundación?
Tenemos tres formas de colaborar: la oración, con donativos o comprando las cestas de nuestros productos. Los donativos se pueden hacer en la cuenta ES58 3008 0206 10 3020038117.
Las cestas de productos ecológicos se pueden adquirir o semanal o quincenalmente. Tienen un precio de 10 euros, más 2 euros de gastos de envío, ya que los llevamos a domicilio todos los viernes.
Hay dos posibilidades de cestas:
– Una cesta estándar de 10 euros, en la que se incluyen los productos que esa semana haya en la huerta y que se completa con los productos que nos suministra Karrakele.
– Y la cesta a la carta. Ahí cada persona elige los productos que quiere de la lista y paga por lo que compra.
Las cestas de nuestros productos ecológicos son una alternativa a esa compra que uno puede hacer, pero ayudando a personas desfavorecidas. Queremos que no sea simplemente un donativo. Queremos meternos de lleno en el mercado y ser una competencia, una alternativa real. Es producto ecológico y producto de calidad.

¿Y con la venta de cestas y los donativos a cuánta gente llegáis?
Los alumnos también reciben una beca, porque tienen que vivir y además es legítimo porque realizan un trabajo. Pero nos gustaría poder ayudarles un poco más, por eso necesitamos más ingresos, también para que ellos vean que hay un incentivo, que su trabajo se valora y vean que van creciendo y que no se quedan estancados. Con la estructura montada, tal y como la tenemos, el coste real por alumno añadido no es mucho mayor. Así que a nada que tengamos un poco de ingresos podremos tener más facilidad para llegar a más gente. Pero al final las cuentas tienen que salir y sí que es verdad que actualmente andamos en una situación un poco delicada.

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