20 aniversario de la Asociación de Madres de Sacerdotes y Seminaristas
El pasado 11 de abril, la Asociación de Madres de Sacerdotes y Seminaristas celebraba agradecida los 20 años de su andadura de oración por las vocaciones.
El 4 de marzo de 2004, un grupo de madres de sacerdotes celebraba por primera vez un Jueves Eucarístico, para rezar por sus hijos y por la fidelidad y santidad de los sacerdotes.
Han sido 20 años de oración, de cercanía y de acompañamiento a Cristo en la Eucaristía; 20 años en los que se ha pedido constantemente por las vocaciones; 20 años en los que también han conocido las diferentes labores apostólicas de la Iglesia, la ingente tarea de los sacerdotes para dar a conocer a las almas el tesoro precioso del amor de Cristo, ya que en las tertulias posteriores a la oración, compartidas con más de 180 sacerdotes invitados, todo ellos con estilos distintos, con labores diferentes y con carismas múltiples han escuchado sus experiencias, admirando la riqueza y pluralidad de la Iglesia.
Han sido 20 años en los que este grupo de madres físicas y madres espirituales han podido conocerse, quererse, compartir la fe y hacer comunidad, convencidas de que con su oración en común y sus horas de guardia personales, están empujando a la Iglesia y ayudando a la perseverancia de los sacerdotes.
El Arzobispo, Don Florencio, que presidió la celebración del aniversario, confirmó en sus ilusiones a este grupo de mujeres, animándolas a cuidar, a regar las vocaciones de sus hijos cada día, a rezar pidiendo seminaristas. Agradeció a las madres su entrega generosa y les advirtió de que su labor de acompañamiento y oración por sus hijos no ha acabado. “Es más fácil llegar que mantenerse”, señaló Don Florencio, pidiendo que cada día se rece por la fidelidad de los sacerdotes. Animó a las madres a que, durante la Pascua, dieran testimonio de Dios encarnado en su hijo sacerdote, en ambientes incluso donde domina la incomprensión por el sacerdocio o el desprestigio de los sacerdotes.
Tras el rezo del Santo Rosario y la bendición con el Santísimo, Don Florencio participó en una tertulia entrañable con las madres, compartiendo confidencias con ellas e interesándose por cada una. “Las madres son la gran semilla vocacional” afirmó, invitando a continuar con esta oración que se realiza todos los primeros jueves de mes, a las 18:00 horas, en la parroquia de San Nicolás de Pamplona.