adviento-7Queridos diocesanos:

La Navidad es un momento de profunda contemplación al Niño-Dios que nace en Belén. Para contemplar a Dios se requiere tener actitud de adoración. No hay realidad humana que se pueda sustentar si no se vive la humildad que solo se adquiere en esa ejercitación de la adoración a Dios porque a él sólo hemos de dar culto y alabar. Los ídolos del materialismo, del hedonismo y del erotismo solo provocan malestar espiritual y falta de dignidad humana al que los practica. Estamos llamados a algo más alto y digno de aquello que nos ofrecen estas realidades que llevan por el camino de la corrupción de las costumbres y de la armonía de la vida.

Me uno a todas las familias navarras que durante este tiempo que nos evoca la paz y el amor, propiciado por la ternura de un Niño-Dios que nació en Belén, haga posible vivirlo en alegría y gozo. Me uno a todos los que sufren por razones físicas o morales para que encuentren alivio en estos días de gloria y alabanza al Enmanuel, al Dios con nosotros. Ruego y pido por aquellos que se encuentran en la oscuridad de la fe para que la Estrella de Belén les conduzca por los caminos de la paz y el amor. En el corazón de mi oración, ante el Belén, os tengo presente a todos. ¡Feliz Navidad y próspero Año 2008!

Vuestro Arzobispo

+ Francisco Pérez González

Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela

 

Comparte este texto en las redes sociales
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad