Estimados sacerdotes y fieles diocesanos:

El día de la Iglesia Diocesana es una jornada de carácter anual que promueven las distintas iglesias particulares en torno a sí mismas.

La celebramos al finalizar el año litúrgico y es su escenario cada una de las parroquias y comunidades dispersas por el territorio diocesano, en torno, a la Iglesia Catedral sede de la cátedra episcopal. Esta jornada, que se celebra desde 1978, por iniciativa de Mons. Cirarda entre nosotros, cuenta ya con un amplio respaldo en todas las diócesis españolas.

Consiste, básicamente, en una llamada a la concienciación de los diocesanos en su pertenencia a una determinada iglesia particular, y también, en una llamada a la generosidad económica de los mismos en orden al sostenimiento de la comunidad cristiana.

Y, a su vez, según cómo y dónde se organizan otro tipo de actos que dan relieve a esa jornada diocesana: conferencias, exposiciones, conciertos y un amplio abanico de diversas propuestas. Inmersos en las costumbres de la sociedad actual hemos creído oportuno, a partir del próximo año 2012, con periodicidad anual, conceder un galardón a propuesta de un jurado creado a tal fin, que será el encargado de recibir las diversas propuestas de candidatos a tal reconocimiento por parte de sacerdotes, parroquias, agentes de pastoral, organismos diocesanos, etc.

Este galardón tiene como objeto reconocer por parte de las Iglesias diocesanas de Pamplona y de Tudela, como signo y expresión de agradecimiento, la tarea llevada a cabo por personas, grupos o instituciones, que hagan visibles los valores del Evangelio en la sociedad Navarra… En fin, de manera especial, a trabajos continuados y trayectorias relevantes.

A tal fin creamos el distintivo que llevará el nombre de Medalla de la Iglesia Diocesana.

Este año, como preámbulo y con ocasión de la rehabilitación de la fachada de nuestra Iglesia Catedral, enmarcada en un amplio proyecto cultural, supuesta la implicación de diversas instituciones para llevar a cabo ese fin, y sin olvidar la implicación y el aplauso de la sociedad en general, y destacando también la amplia repercusión en los medios de comunicación social y la tarea llevaba a cabo por estos.

He decidido, por este año, otorgar, a la Fundación Caja Madrid, un reconocimiento extraordinario hechas las consultas que he considerado oportunas.

Son nuevas formas para nuevos tiempos. Estoy seguro de contar, como es habitual, con vuestro entusiasmo para bien de las diócesis y sus diocesanos.

Animo a todos los sacerdotes para que vayáis sensibilizando en orden a la proposición de candidaturas para el año próximo.

Os saludo y os bendigo.

+ Francisco Pérez González

Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela

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