Disposiciones para la celebración de la Semana Santa 2020
DISPOSICIONES PARA LA CELEBRACIÓN DE LA SEMANA SANTA 2020
-DOMINGO DE RAMOS y TRIDUO PASCUAL-
(En las circunstancias provocadas por la pandemia del Covid-19)
El Triduo Pascual de la Pasión y Resurrección del Señor es el centro del Año Litúrgico, en el que celebramos la obra de la redención humana y la perfecta glorificación de Dios realizada por Cristo, que con su muerte destruyó la Muerte y con su Resurrección restauró la vida (cf. NUAL 18).
Las circunstancias generadas por la pandemia del covid-19 que estamos viviendo, nos impiden desarrollar de modo ordinario las celebraciones litúrgicas. Por eso, siguiendo las indicaciones generales y las sugerencias del Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del 20 de marzo de 2020 (Prot. N. 153/20) concernientes a las próximas Fiestas Pascuales y dada la suspensión de la celebración pública, no así la celebración privada que se expuso el pasado 14 de marzo y la dispensa a los fieles cristianos de nuestras diócesis de la asistencia a la Eucaristía, los domingos y fiestas de precepto, pudiéndose seguir a través de los Medios de Comunicación, exponemos y determinamos las siguientes medidas para la Semana Santa y el Triduo Pascual:
1. Se celebrará en la Iglesia Catedral de Santa María de Pamplona, con un reducido número de presbíteros, diáconos, acólitos y algunos fieles, la Misa del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor (12’00 horas), la Misa Crismal (Miércoles Santo, 11’00 horas), la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo (18’00 horas), la Celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo (17’00 horas), la Vigilia Pascual en la Noche Santa (22’00 horas), y la Misa del día del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor (12’00 horas) Todas estas celebraciones podrán seguirse en directo por Navarra Televisión y por internet (catedraldepamplona.com/en-directo). Os invito a seguir estas celebraciones desde vuestras casas, como miembros de la Iglesia Diocesana.
2. Los demás presbíteros presidirán, en la medida de sus posibilidades, las mencionadas celebraciones del Domingo de Ramos (Con la fórmula tercera que es entrada simple. Solamente en la Catedral, por disposición de la Sagrada Congregación del Culto Divino, se puede hacer la fórmula segunda) y del Triduo Pascual, en principio sin asamblea litúrgica, aunque cada presbítero podrá ver la posibilidad y la oportunidad de invitar a algún fiel. Conviene que su horario no coincida con el de la Catedral de Pamplona y que los fieles de sus Parroquias lo conozcan, para que puedan unirse en oración desde sus casas.
3. Los monasterios y comunidades religiosas cuyo capellán no pueda presidir las mencionadas celebraciones del Domingo de Ramos (Con la fórmula tercera que es entrada simple) y del Triduo Pascual, procurarán reunirse en comunidad para seguir estas celebraciones preferentemente desde la Catedral de Pamplona o alguno de los otros lugares de culto desde los cuales serán retransmitidas a través de los Medios de Comunicación.
Para las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa y del Triduo Pascual deberán tenerse en cuenta las siguientes indicaciones:
1. Siempre se incluirá en la oración de los fieles una petición, por ejemplo:
Por las personas afectadas por el coronavirus, por todos los que los atienden, por los fallecidos, sus familias y por la pronta desaparición de esta epidemia.
2. Misa del Domingo de Ramos de la Pasión del Señor: Se conmemorará la entrada del Señor en Jerusalén según la fórmula tercera (entrada simple).
3. Misa Crismal: Se celebrará el Miércoles Santo en la Iglesia Catedral de Santa María de Pamplona con un número reducido de presbíteros. La distribución de los óleos se hará más adelante, pasado el estado de emergencia, por medio de los arciprestes o directamente en las Catedrales de Pamplona y de Tudela.
4. Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo: El lavatorio de los pies, que es facultativo, se omitirá. Y al final de la Misa no tendrá lugar la procesión y solemne reserva del Santísimo Sacramento, sino que se reservará del modo ordinario en el Sagrario.
5. Celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo: En la oración universal se añadirá la siguiente intención:
Oremos también por los enfermos afectados por el covid-19 (corona-virus), por quienes velan por su salud, por los difuntos y por sus familias.
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos humildemente que quienes están afectados por esta pandemia del coronavirus se vean reconfortados por tu amor, fortalece a quienes trabajan para restablecer su salud, y concede a quienes han muerto gozar de tu misericordia y de las alegrías eternas y a sus familias el consuelo de la fe. Amén.
La Adoración de la Cruz, cuando haya algún concelebrante o algún fiel presente, la hará solo quien preside la celebración; el resto hará un momento de silencio tras una invitación a realizar esta adoración comunitariamente.
6. Vigilia Pascual en la Noche Santa del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor: La primera parte -lucernario- se desarrollará en el presbiterio del siguiente modo: tras el saludo inicial, omitiendo la bendición del fuego, se harán los signos sobre el cirio pascual y se encenderá, se colocará seguidamente en su soporte, se incensará y, finalmente, se cantará o recitará el pregón pascual. Y en la tercera parte -liturgia bautismal- solo se hará la renovación de las promesas bautismales, sin bendición ni aspersión de agua bendita, y, seguidamente, tendrá lugar la oración de los fieles.
También las Primeras Comuniones que celebramos en tiempo de Pascua será conveniente desplazarlas a una fecha más oportuna para que así la pandemia que estamos viviendo no eclipse el gozo de los niños y niñas que recibirán por primera vez el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo de Dios y Señor nuestro.
Estas circunstancias sirven para recordarnos las palabras que escuchábamos al inicio de la Cuaresma en el evangelio proclamado el Miércoles de Ceniza:•”Cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará” (Mt 6,6). La expresión en lo secreto nos puede ayudar a vivir con la convicción de que cuando nos pueda acechar la sensación de no contar con la presencia de Dios, Él está, de verdad, en lo escondido, con una presencia discreta pero atenta y misericordiosa, reconfortante y salvadora. Así mismo nos conviene recordar las palabras del pasado Tercer Domingo de este tiempo de Cuaresma, y dirigidas a la samaritana y a nosotros: “Los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad” (Jn 4,21.23).
Precisamente, dentro de este culto verdadero a Dios, entra también la costumbre tan arraigada en el pueblo fiel de la confesión de los pecados ante un sacerdote como preparación para la Pascua. Dado que las circunstancias actuales impiden las celebraciones penitenciales y dificultan en gran medida la confesión individual y personal, invitamos a todos los fieles a que hagan ante Dios un sincero acto de contrición o de arrepentimiento por sus propios pecados (mediante el rezo del ‘Yo confieso ante Dios…”), con el deseo de confesar los pecados ante el sacerdote en cuanto pasen las actuales circunstancias. También exhortamos a realizar la Comunión Espiritual a los fieles que sigan desde sus casas las celebraciones retransmitidas por los Medios de Comunicación.
Alentemos nuestra fe en la presencia permanente de Cristo Resucitado en nuestro mundo y en nuestras vidas en toda circunstancia (cf. Mt 28,20), a quien proclamamos en la Vigilia Pascual Señor del tiempo y de la historia: “Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. Suyo es el tiempo y la eternidad. A él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Amén”.
Pamplona, 28 de marzo de 2020.
+ Francisco Pérez González
Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela
+ Juan Antonio Aznárez Cobo
Obispo Auxiliar de Pamplona y Tudela