ORIENTACIONES Y PROPUESTAS PARA EL CURSO 2020/2021

1.- Carta del Papa con motivo del 160 aniversario de la muerte del Cura de Ars.-

El 4 de agosto de 2019, en el 160º aniversario de la muerte del Santo Cura de Aras, el Papa Francisco envió una carta dirigida a los sacerdotes, para darles las gracias por su servicio generoso y animarlos a abrazar con amor su vocación (Papa Francisco,  Carta a los sacerdotes con ocasión del 160º aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, 4 de agostp 2019). En este valioso escrito, el Papa Francisco usa a menudo la palabra “corazón”, desde la cual se puede emprender una reflexión y una meditación con ocasión de la Jornada de Santificación del Clero, que se celebra cada año en la jornada del Sagrado Corazón de Jesús.

En esta Carta hay cinco palabras clave:

  1. Gratitud: “Gracias por buscar fortalecer los vínculos de fraternidad y amistad en el presbiterio y con vuestro obispo, sosteniéndose mutuamente, cuidando al que está enfermo, buscando al que se aísla, animando y aprendiendo la sabiduría del anciano, compartiendo los bienes, sabiendo reír y llorar juntos, ¡cuán necesarios son estos espacios! E inclusive siendo constantes y perseverantes cuando tuvieron que asumir alguna misión áspera o impulsar a algún hermano a asumir sus responsabilidades; porque “eterna es su misericordia”.
  2. Misericordia:Por los escalones de la misericordia podemos llegar hasta lo más bajo de nuestra condición humana-fragilidad y pecados incluidos- y, en el mismo instante, experimentar lo más alto de la perfección divina: ‘sean misericordiosos como el Padre es misericordioso’. Y así ser capaces de caldear el corazón de las personas, de caminar con ellas en la noche, de saber dialogar e incluso descender a su noche y su oscuridad sin perderse”
  3. Compasión: “Gracias por las veces en que, dejándose conmover en las entrañas, han acogido a los caídos, curado sus heridas, dando calor a sus corazones, mostrando ternura y compasión como el samaritano de la parábola (cf. Lc 10, 25-37). Nada urge tanto como esto: proximidad, cercanía, hacernos cercanos a la carne del hermano sufriente. ¡Cuánto bien hace el ejemplo de un sacerdote que se acerca y no le huye a las heridas de sus hermanos! Reflejo del corazón del pastor que aprendió el gusto espiritual de sentirse uno con su pueblo”.
  4. Vigilancia: “Desilusionados con la realidad, con la Iglesia o con nosotros mismos, podemos vivir la tentación de apegarnos a la tristeza dulzona, que los padres de Oriente llamaban acedia…Tristeza que vuelve estéril todo intento de transformación y conversión propagando resentimiento y animosidad…Hermanos, cuando esa tristeza dulzona amenace con adueñarse de nuestra vida o de nuestra comunidad, sin asustarnos ni preocuparnos, pero con determinación, pidamos y hagamos pedir al espíritu que ‘venga a despertarnos, a pegarnos un sacudón en nuestra modorra, a liberarnos de la inercia. Desafiemos las costumbres, abramos bien los ojos, los oídos y sobre todo el corazón, para dejarnos descolocar por lo que sucede a nuestro alrededor y por el grito de la Palabra viva y eficaz del Resucitado”
  5. Ánimo: Para mantener animado el corazón es necesario no descuidar estas dos vinculaciones constitutivas de nuestra identidad: la primera con Jesús. Cada vez que nos desvinculamos de Jesucristo o descuidamos la relación con él, poco a poco nuestra entrega se va secando y nuestras lámparas se quedan sin el aceite capaz de iluminar la vida (cf. Mt 25, 1-13)…En este sentido quisiera animarlos a no descuidar el acompañamiento espiritual, teniendo algún hermano con quien charlar, confrontar, discutir y discernir en plena confianza y transparencia el propio camino…La otra vinculación constitutiva: acrecienten y alimenten el vínculo con su pueblo. No se aíslen de su gente y de los presbíteros y comunidades. Menos aún se enclaustren en grupos cerrados y elitistas. Esto, en el fondo, asfixia y envenena el alma. Un ministro animado es un ministro siempre en salida”.

 

2.- Orientaciones pastorales sobre el “Encanto amenazado”. Virtudes contra los Vicios (Pecados capitales)

“El encanto de la vida sacerdotal o consagrada está amenazado, muy amenazado. No es fácil vivir, y de una manera especial en nuestra época, esta forma de vida de obediencia, de castidad y de pobreza. Estamos en unos momentos de exasperación ataque de los siete vicios capitales. O al menos, hoy los conocemos mejor y descubrimos cuán amenazantes son no solo en casos puntuales, sino en el contexto de las estructuras de nuestra personalidad. Los llamados pecados capitales (vicios), son pecados anti-encanto. Le hacen muy difícil a la vida de consagración su existencia… Tenían razón los padres del monacato cuando entendían esta forma de vida como lucha contra los demonios, hoy diríamos contra nuestros fantasmas interiores que actúan de una manera especial en los siete pecados capitales” (José Cristo Rey García Paredes, El encanto amenazado. Gracia y pecados capitales en singular batalla, Vida Religiosa 5/ 2019/vol. 126).

Mi orientación u oferta para este curso 2020/2021 sería meditar con el libro de Francois-Xavier Nguyen Van Thuan, Vivir las Virtudes, a la luz de la Escritura y del Concilio Vaticano II, Edit. Ciudad Nueva 2012. El testimonio del autor se nos presenta como trazos de escritura que componen las palabras de una vida y son simiente que aún ha de fructificar. Así escribía desde la Cárcel, a quince kilómetros de Hanoi (Vietnam), en el año 1980 : “En mi noche, poblada de silencio y de soledad, pienso en todos vosotros y en cada uno, y a todos os ofrezco a Dios. Dios me ha dado las horas más bellas de mi vida. Nunca las oraciones habían sido tan ardientes, ni las misas tan fervientes, ni tan favorables las ocasiones de unirse al amor de Dios para manifestar el amor en medio del odio y sembrar la esperanza en medio de la desesperación. Podemos perder todo materialmente, pero si Dios permanece, seguimos teniéndolo todo. Dios es Amor”.

Os ofrezco también en pack que pueden serviros para orientar a niños y así orientarles en el camino de Jesús viviendo las “Virtudes, valores que no se marchitan” (Cuaderno del catequista y 10 cuadernos de alumnos). San Pablo hablaba de que, dentro de nosotros, tenemos una inclinación que nos impulsa hacia el mal. Quien fomenta esta inclinación, es el hombre viejo. Pero éste puede ser totalmente destruido por el hombre nuevo, que es Cristo resucitado en nosotros… Los principales aspectos que el hombre viejo adquiere son: soberbia, avaricia, lujuria, gula, ira, envidia y pereza. Son los SIETE PECADOS CAPITALES. A ellos hemos de atacar y vencer. Ahora bien ¿quién puede ser la mejor Maestra para enseñarnos a vencer los vicios y que reine en nosotros las virtudes? La Virgen María. El Concilio Vaticano II la pone como modelo de la Iglesia y Maestra del cristiano. Si alguna lección de vida cristiana queremos recibir, María es la mejor nos puede enseñar a vivir el hoy de nuestra fe. Las Virtudes son actitudes que tuvo Ella. Ésta son: Humildad, generosidad, pureza, templanza, paciencia, benevolencia y laboriosidad. Estos materiales que os ofrezco pueden servir para los “grupos de fe” (tanto de niños como jóvenes). A vuestra disposición están.

 

3.-Las vocaciones en nuestras comunidades parroquiales. Primordial empeño apostólico.

   Para recreara las vocaciones en nuestra Diócesis tanto a la vida sacerdotal, consagrada y matrimonial, deseo que pongamos todo nuestro empeño en apoyar los encuentros que se realizan y que tanto bien proporcionan. No hemos de olvidar que el Espíritu Santo, aún en medio de esta ‘noche oscura epocal’ está trabajando en muchos corazones y grupos diversos. Ahí tenéis la programación diocesana para familias; el Curso de formación en educación afectivo-sexual, la evangelización joven ‘Una luz en la noche’, Ejercicios Espirituales para jóvenes, Grupo Effeta, Emaús… Encuentros matrimoniales con variedad de métodos… Importante la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Christus Vivit” para los jóvenes y todo el pueblo de Dios. No olvidemos los Movimientos apostólicos y las diversas espiritualidades que están presentes en nuestra Diócesis.

 

4.- Grupos de Fe y ayuda al que está desorientado.

En estos momentos de pandemia y de reclusión, muchas veces, hemos de estar atentos a través de los Medios Digitales para ofrecer reflexiones, meditaciones… a aquellos que estén interesados y que aún se encuentran en búsqueda hacia la fe. Pequeños grupos de fe presenciales, cuando sea posible, es muy importante. No hemos de temer y menos avergonzarnos de anunciar con alegría y sencillez la Palabra de Dios. Estamos ante los miedos y las secuelas que el Covid19 está generando. Es el momento para potenciar nuestra evangelización. Cuidemos al enfermo y a los que se encuentran atrapados por el nerviosismo de la pandemia.

 

5.- Promover la Adoración al Señor en la Eucaristía y vigilantes en el sacramento de la penitencia.

Propongo que en todas las UAP, en algún lugar central, se tenga la posibilidad, para los fieles, de la Adoración al Santísimo y horarios de Confesores. No hemos de olvidar que quien evangeliza es el Señor en medio de nosotros. Los frutos de la Adoración Perpetua están produciendo ilusión en la vida cristiana, alegría de ser testigos del Señor, conversiones ante las esclavitudes que hoy acechan y se imponen como modernidad, aliciente vocacional –cada uno según su estado de vida-, seguridad en la opción realizada, matrimonios en peligro de separación que reconstruyen su matrimonio… Son los milagros de su Presencia adorada y glorificada.

 

6.- Seguir avanzando en las UAP.

Comprendo que haya retardo en la implantación de las Unidades de Atención Pastoral porque es bueno que se implanten bien. Y aquí está la responsabilidad de todos. Aunque muchas realidades aún estén en ciernes, por ello, no hemos de ausentarnos y menos conformarnos de seguir como estamos o estábamos. Somos signos de comunión y poco a poco, sin que nadie quede excluido, adaptémonos a los nuevos retos a la que nos invita la nueva evangelización. Más vale el menos perfecto en unidad que el más perfecto fuera de ella. Hagamos posible que la oración de Jesucristo “Padre que todos sean uno como nosotros” (Jn 17, 11), pues quien preside todo es Jesucristo quien nos dice “donde dos o más están reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” (Mt18, 20). El protagonismo del sacerdote y menos creyendo que nosotros somos los actores principales de la pastoral, es un grave error, sólo Cristo es el protagonista y nosotros sus servidores. Es muy importante que se vaya dando más corresponsabilidad a los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia y en el ejercicio de la sinodalidad, como un caminar juntos, de forma armoniosa, con carismas que se complementan y se enriquecen recíprocamente (obispo, presbíteros, diáconos, consagrados/as, agentes de pastoral y fieles laicos) en el seguimiento del Señor y en la vocación bautismal siendo hijos de Dios y hermanos. Caminando unidos, haremos creíble el amor de Dios al mundo.

 

7.-  Promocionar en todas las UAP la “Mano Tendida” que es Cáritas.-

No cabe duda que la labor de Cáritas nos muestra la cercanía de la Iglesia a aquellos que necesitan la ternura de Dios amor y misericordia. Estamos en momentos de gran dificultad social y económica. También estamos observando la caída sicológica que la pandemia ha provocado. Muchos se encuentran inhábiles y sin recursos. De ahí que hemos de estar atentos y, en la medida de nuestras posibilidades, que nadie se vea excluido. Por ello ruego que en las UAP se revitalicen los recursos y medios necesarios para que los pobres no se vean abandonados. Tenemos muchos servicios que Cáritas gestiona, procuremos estar unidos y discernir juntos con el equipo central de la Delegación de Cáritas.

 

8.-  Para los sacerdotes seguir profundizando en los Ejercicios Espirituales y la Dirección Espiritual.-

A la luz de la Carta que nos escribió el Papa Francisco hace un año y con la nueva Encíclica “Hermanos todos” y como preparación para dar mayor consistencia a nuestra vida espiritual, invito a todos que dediquemos un tiempo a los Ejercicios Espirituales y a profundizar en la Dirección o Acompañamiento Espiritual. Nuestros fieles los necesitas y ahora con los momentos difíciles más se debe propiciar ahondar en la vida interior. Enviaremos días y lugares para Ejercicios Espirituales. También prepararemos un Cursillo sobre lo que es y significa la Dirección Espiritual y el Acompañamiento Espiritual.

 

9.- Los Jubileos son impulso evangelizador y momento de gozo espiritual.-

Tenemos el gran gozo de que durante estos años hemos tenido Jubileos especiales. Nos estamos acercando al Año Jubilar Compostelano. Para ir adentrándonos en este espíritu de conversión y gracia de las indulgencias plenarias con lo que nos lucramos a través del Jubileo, quiero recordar que estamos celebrando el Jubileo de Nuestra Señora de Roncesvalles (hace 800 años se consagró la Colegiata) y estamos preparando el Jubileo de San Miguel de Aralar junto con el Santuario de Monte Gárgano de Italia, cuya finalidad es mostrar la fuerza liberadora de San Miguel Arcángel en unas circunstancias dónde el Maligno sigue confundiendo a muchos. No olvidemos que la sociedad apresada por ideologías inmanentistas y ateas se desvían del Camino, Verdad y Vida que es Jesucristo.

 

10.- La comunión de bienes fundamental en nuestra Diócesis. Cuidado del Patrimonio y buscar fuentes de financiación.

Quiero agradecer a vosotros por vuestra generosidad con la paga extraordinaria a favor del erario diocesano y como expresión de comunión de bienes. ¡Muchas gracias! Creo que ha sido un gesto de comunión precioso. Hemos de pensar que así como hacían las primeras comunidades cristianas: “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma, y nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que compartían todas las cosas” (Hch 4, 32). Si observamos lo que cobra cada uno de nosotros este es el sentido generoso de vuestra colaboración

Conviene recordar que tanto los presupuestos parroquiales como las cuentas han de ser transparentes y siempre que se requieran se han de presentar. Por otra parte conviene siempre consultar, a la hora de la venta de propiedades parroquiales, a la Administración de la Diócesis. Procurar el alquiler antes que la venta de las casas que estén sin uso en la Parroquia. Promover las cuotas mensuales parroquiales y procurar buscar fuentes de financiación a la hora de arreglar los templos o las propiedades pertinentes. Es de elogiar la buena administración y esto es también evangelización: administrar bien los bienes materiales.

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