Queridos diocesanos:

El próximo día 2 de febrero celebramos la fiesta de la Presentación de Jesucristo en el Templo y con ella la “Jornada de la Vida Consagrada”, este año con el lema: “La Vida Consagrada, caminando juntos”.

Al hablar de vida consagrada nos referimos a aquellos hombres y mujeres buscadores y testigos apasionados de Dios en el camino de la historia. Caminar juntos significa ser conscientes de la llamada recibida, la vocación compartida y la vida entregada. Darse cuenta, en definitiva, de que a Dios sólo se le encuentra caminando y caminando en unidad. El Papa Francisco en su Encíclica «Fratelli Tutti» nos invitaba a “actuar juntos, a soñar juntos un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social”.

La vida consagrada es testimonio del amor de Dios a cada persona. Y el seguimiento de Cristo, que iniciamos en el Bautismo, alcanza su máxima expresión en la vida consagrada. En este mundo en que vivimos, en el que cada vez se prescinde más de Dios y se tiende a un relativismo moral, los consagrados son un grito profético del amor de Dios para cada uno de nosotros, presente a lo largo de la historia de la humanidad.

Nuestra Diócesis de Pamplona y Tudela cuenta con un buen número de consagrados y consagradas. Están presentes en todos los frentes de la evangelización: colegios, residencias de ancianos, atención a los más empobrecidos, en hospitales, parroquias, en la vida contemplativa. Ellos son la vanguardia de la Iglesia.

Pidamos en esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada por todos aquellos que han sentido la llamada del Señor a seguirle de cerca para que Él les sostenga en su vocación y misión. Os invito a rezar, igualmente, por los jóvenes que sienten hoy la llamada a ese seguimiento radical de Jesús a través de las Órdenes, Congregaciones e Institutos Religiosos, Sociedades de Vida Apostólica, Institutos Seculares, Vírgenes Consagradas y por tantas otras familias eclesiales con sus propios consagrados… para que nunca les falte nuestra oración, nuestro apoyo y nuestra acogida en los momentos de especial dificultad.

 

Francisco Pérez González

Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela

 

 

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