El resurgir del órgano
Entrevista a Gonzalo Caballero, organista y compositor.
¿De dónde la pasión por el órgano?
Desde niño siempre me ha gustado la música. Me emocionaba oírla en la catedral de Toledo, mi ciudad natal. Un Jueves Santo, tendría 15 años, escuchando el órgano, pensé: Un día lo tocaré.
Y entonces…
Comencé mis estudios en un conservatorio de Madrid. En Pamplona realicé mis estudios superiores de órgano y composición, compaginando el tiempo impartiendo clases de órgano. Ésta es realmente mi pasión: enseñar.
¿Cómo son sus alumnos?
Hay un ámbito muy variado de perfiles. Algunos quieren aprender acompañamiento de cantos. Otros quieren explorar todas las posibilidades de un órgano. Y otros quieren aprender a tocar realmente bien. Cada uno necesita mejorar un aspecto distinto, por eso las clases son personalizadas.
¿Y los jóvenes?
En contra de lo que pudiera parecer, hay muchos jóvenes interesados por el órgano. Es un instrumento que realmente encanta.
¿Se necesita una formación teórica?
El órgano es un instrumento que siempre pide más. Hacer que suene realmente bien implica un hondo proceso de análisis e interiorización de la música. Además, es frecuente que los organistas deban acompañar e improvisar. Para ello es imprescindible formarse en la armonía y el análisis musical.
¿Le parece que hay un resurgir del interés por este instrumento?
El año pasado organizamos un cursillo de iniciación y hubo mucha gente que se quedó fuera porque no podíamos abarcar a tanto. Este año se ha creado una academia de música, donde atender esta demanda. Impartiremos inicialmente clases de órgano y alguna enseñanza teórica. A partir del año que viene tendrá una mayor oferta musical. Vemos que hay un claro interés en mejorar la calidad musical en las celebraciones litúrgicas. Y la importancia del órgano es evidente.
¿Y si queremos saber más?
Pues en www.enharmonia.es
¿En fin, músico, gestor….?
Lanzarme en este proyecto hubiese sido imposible sin la colaboración de mi mujer, Esther. La otra gran pasión de mi vida.