Este 15 de agosto, una debilitada Irlanda se consagrará al Inmaculado Corazón de María
El próximo 15 de agosto de 2013, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, Irlanda será consagrada solemnemente al Inmaculado Corazón de María. El acto de consagración será presidido por el cardenal Seán Brady, arzobispo de Armagh y primado de Irlanda.
La Conferencia episcopal irlandesa por medio de un comunicado explicó que la oración de consagración ¨confiará las familias, hogares y las diócesis de Irlanda a Jesús a través del Inmaculado Corazón de María y le pedirá a ella que proteja a los jóvenes de Irlanda¨.
Un país en una encrucijada
El país se encuentra ciertamente en una encrucijada cultural. Por un lado, unos años de enriquecimiento consumista seguidos del descubrimiento de los casos de abusos eclesiásticos en décadas pasadas erosionaron la fe de los irlandeses y su confianza en la Iglesia. La práctica religiosa ha bajado y la popularidad eclesial más. La crisis económica no ha conllevado un retorno considerable a la fe.
Por otro lado, este mismo verano el gobierno «democristiano» ha aprobado una ley que permite el aborto en circunstancias supuestamente muy estrictas (con el coladero de «amenaza de suicidio»), aplicando disciplina de partido a los diputados democristianos que por conciencia se negasen a votar a favor de la propuesta: 5 diputados fueron expulsados (o dimitieron) de la formación política (pocos, pero más que en España, donde nadie, excepto la senadora socialista Mercedes Aroz, ha dimitido por las políticas anti-vida o anti-familia de los distintos gobiernos y pastidos).
Es en este contexto de debilidad en la práctica religiosa y en el frente de éticas de la vida que Irlanda se vuelve hacia la Virgen María.
Dos arzobispos primados: el viejo y el nuevo
El próximo 15 de agosto, fiesta de la Asunción, Irlanda será consagrada solemnemente al Inmaculado Corazón de María. El Acto de Consagración será presidido por el aún cardenal Seán Brady, nuevo arzobispo de Armagh y primado de Irlanda. Pero la Eucaristía durante la que se realizará la consagración será presidida por el nuevo arzobispo coadjutor de Armagh, Eamon Martin, el hombre designado por Roma para reconducir la situación en la isla.
La Conferencia episcopal irlandesa (ICBC) por medio de un comunicado explicó que la oración de consagración «confiará las familias, los hogares y las diócesis de Irlanda a Jesús a través del Inmaculado Corazón de María y le pedirá a ella que proteja a los jóvenes de Irlanda».
La consagración se integra según los obispos en las celebraciones del Año de la Fe, ya que la Santísima Virgen es «la mujer de fe por excelencia», a quien se encomienda el pueblo de este país en sus oraciones.
El cardenal Brady explicó que «en su reciente encíclica, el papa Francisco nos invitó a dirigirnos a María, Madre de la Iglesia y Madre de nuestra Fe», y añadió que «estoy muy contento de que los obispos irlandeses hayan decidido en su reunión de junio consagrar Irlanda al Inmaculado Corazón de María».
Knock, un santuario nacional
El purpurado destacó que la solemnidad seleccionada es una fiesta de particular importancia en el Santuario Nacional de Knock (lugar de las apariciones de 1879), donde se llevará a cabo la Consagración, e invitó a los católicos del país a unirse al acto rezando la oración de consagración en sus parroquias y hogares.
La ICBC publicó la Oración de Consagración para que los fieles puedan unirse desde su lugar de residencia. Dicha oración fue aprobada por el Centro Nacional para la Liturgia y el propio cardenal Seán Brady. El texto está acompañado por la oración a María, Madre de la Iglesia y Madre de nuestra Fe, incluida en la reciente encíclica Lumen Fidei.
«Es un reconocimiento consciente del papel singular de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia, de la singular y ejemplar importancia de su testimonio del Evangelio, de confianza en su intercesión, y de la eficacia de su patrocinio», explicaron los prelados.
La Consagración también es expresión «de las muchas funciones maternales que Ella tiene, ya que es una verdadera madre en el orden de la gracia para cada uno de sus hijos».
