Las agresiones y atropellos de los derechos de los indígenas deben finalizar

indigenaCon motivo de la celebración del Día Internacional de los Pueblos indígenas (9 de agosto), desde Manos Unidas denunciamos las agresiones y atropellos de derechos que millares de personas sufren en el mundo, prestando especial atención a la situación que se vive en el continente americano. Desde Manos Unidas, nos hacemos eco de las reivindicaciones de diferentes etnias indígenas a lo largo del mundo reclamando su derecho a formar parte de la sociedad desde el respeto a sus diferentes culturas y tradiciones y consideramos grupos de población prioritarios a los indígenas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú. Destacando que:

En Paraguay es donde hay mayores diferencias respecto al resto de la población[1] y allí el 45% de las comunidades indígenas siguen sin poseer título definitivo de propiedad.

En Guatemala, la discriminación histórica de los indígenas se manifiesta en exclusión económica, social y política. El 75% vive en pobreza y el 30% en pobreza extrema.

En Brasil la defensa de los indígenas pasa por la defensa de su vida e integridad física. Entre 2003-2012 el número de asesinatos de indígenas ha sido de 563 muertes, con una tasa más alta para el estado de Mato Grosso do Sul, con un balance de 387 víctimas, frente a 32 casos registrados en 2011.[2] Y en el origen de esta violencia:

la omisión y retraso de la regularización de las tierras indígenas

el confinamiento de grandes poblaciones en pequeñas reservas

la degradación ambiental de las tierras para extraer recursos como la madera, la minería y la pesca,

Desde Manos Unidas tratamos de satisfacer las necesidades de estas personas, no sólo materiales sino también culturales, de valores y autoestima y con los pueblos indígenas realizamos proyectos que apoyan su proceso auto desarrollo y que se centran en:

La lucha por el territorio.

La defensa de los recursos naturales (agua, petróleo, gas natural, minerales)

La necesidad de rescatar y valorar la cultura tradicional.

El acceso a la vivienda digna.

El acceso a educación y cultura.

La defensa de los derechos civiles y políticos.

El acceso a la justicia

La soberanía alimentaria.

Niños indígenas de la etnia Mbya en Isla Hu (Paraguay)-Foto Marta Carreño/Manos Unidas

Día Internacional y Segundo Decenio por los Indígenas

Este Día Internacional se estableció en 1994 y se proclamó un Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo que finalizó en 2004, momento en el que se proclamó un Segundo Decenio (2004-2014) Internacional con el tema “Un decenio para la acción y la dignidad” Este año 2013 el tema elegido por Naciones Unidas para este Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo es “Pueblos indígenas construyendo alianzas: En honor a los tratados, acuerdos, y otros arreglos constructivos” para subrayar la importancia de los tratados entre los Estados, sus ciudadanos, y los pueblos indígenas, que tienen como objetivo reconocer y defender sus derechos y sus tierras, y establecer un marco de convivencia y de relaciones económicas. Los acuerdos también definen una visión política de varios pueblos soberanos viviendo en un mismo territorio, de acuerdo con los principios de amistad, cooperación y paz.

La Iglesia y la defensa de los indígenas: el Documento de Aparecida

 

Es de sobra conocido que la lucha por la defensa de estos pueblos supone, en muchas ocasiones y lugares como México, Ecuador, Guatemala o Brasil, amenazas de muerte a aquellas asociaciones religiosas y laicas, misioneros y religiosos, que defienden a los pueblos indígenas en todo el mundo. Pero eso no desalienta a las personas y organizaciones que luchamos por la defensa de los derechos de los indígenas.

Hace tan sólo unos días, en la visita del Papa Francisco a Brasil con motivo de la JMJ volvía a ponerse de plena actualidad el contenido del conocido como Documento de Aparecida[3] Tal y como recoge este Documento, contemplar los rostros de quienes sufren es contemplar “a las comunidades indígenas, que, en muchas ocasiones, no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones” (nº 56). Y es que “hoy, los pueblos indígenas y afros están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos. Algunas comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras porque éstas han sido invadidas y degradadas, o no tienen tierras suficientes para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes. Su progresiva transformación cultural provoca la rápida desaparición de algunas lenguas y culturas. La migración, forzada por la pobreza, está influyendo profundamente en el cambio de costumbres, de relaciones e incluso de religión” (nº 90)

Por eso desde la Iglesia y a través de numerosas asociaciones, ONG “acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa del territorio, una educación intercultural bilingüe y la defensa de sus derechos. Nos comprometemos también a crear conciencia en la sociedad acerca de la realidad indígena y sus valores, a través de los medios de comunicación social y otros espacios de opinión.” (nº 530)

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