Pascua en las parroquais de Estella

Volvemos a vivir la Pascua, la fiesta más importante para los cristianos. Descubrimos que el sepulcro está vacío, no así nuestros corazones y nuestras ganas de vivir el Evangelio. Nos hemos contagiado de la vida que Jesús, El Resucitado, nos ha transmitido.
Los catequistas, monitores y sacerdotes de las parroquias de Estella organizamos la II Convivencia Interparroquial de Pascua, los días 28 y 29 de marzo, en el Monasterio de Santa María de Iranzu. Marco incomparable, lleno del Espíritu del Señor, para reunir a 52 chicos y chicas de las parroquias de nuestra ciudad, de edades comprendidas entre los 8 y 12 años. Contamos con la presencia de 14 monitores, a la cabeza de todos ellos estaba el sacerdote José Miguel Arellano. Debemos agradecer a los Padres Teatinos por su hospitalidad y también el trabajo de las cocineras del monasterio.
De esta convivencia cabe destacar varias cosas muy positivas. Primero, que se van consolidando los frutos de la unificación de la Pastoral de Estella. Con momentos así, los chicos de nuestra ciudad se ven cada vez más ligados a la vida de la parroquia. Segundo, que ha sido el año de la consolidación de los chicos jóvenes que el año pasado tomaron la alternativa como monitores y catequistas. Tercera, que en esta convivencia se trabajó de forma especial sobre el Año del Misericordia. Y cuarta, que fue muy patente e intensa la alegría de la Resurrección de Jesús. En cada momento, en cada rincón, en cada gesto, en cada juego y, sobre todo, en los momentos de Oración y Eucaristía, Jesús, El Resucitado estaba presente. Mariano José Fortún.

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