“Hemos nacido para la santidad”
Alegre y muy cercano. Así se mostró Monseñor José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián, cuando se desplazó el pasado 10 de noviembre a Corella, donde fue recibido por alrededor de 70 feligreses. A las once de la mañana ofreció una interesante conferencia sobre la santidad y respondió las preguntas y dudas espirituales de los asistentes. Terminada la conferencia, a la una, presidió la santa Misa y compartió mesa y mantel en la peña Gracurris, mostrándose en todo momento muy feliz de visitar la ciudad ribera. El Obispo fue invitado por el párroco de Corella, Ignacio Iturria, con el que le une una gran amistad desde la niñez.
En su alocución afirmó que todos estamos llamados a ser santos y que felicidad y santidad coinciden perfectamente. “El mayor sufrimiento que tenemos en esta vida es que no seamos, en el fondo, lo que tenemos que ser. Que en nuestra conciencia no tengamos la alegría que da el saber que nuestra vida está siendo lo que Dios quiere que sea. Eso es lo que no nos hace felices”.
Aseguró que al no conseguirlo “tratamos de buscar tubos de escape para intentar compensar la falta de felicidad que nos tenía que venir de la santidad”. Esas válvulas de escape que calificó como “sucedáneos, nunca sustituyen a la felicidad”. Manifestó que no hay que confundir “la felicidad con el placer” y que el camino correcto es seguir a Dios. “Hemos nacido para la santidad, para hacer la voluntad de Dios. La felicidad consiste en la búsqueda de Dios. Nosotros buscamos a Jesús, pero Él nos buscaba antes. Esas dos cosas se encuentran perfectamente, que es la llamada de Jesús a la santidad”.
Reconoció “que eso no quita que el hombre sea siendo débil, y que en su camino encuentre contrariedades, pero debe darse cuenta de dónde tiene que estar su corazón; en la búsqueda de lo que Dios quiere para mí. Dios nos quiere a nosotros mucho mejor de lo que nosotros nos queremos a nosotros mismos”.